Mostrando las entradas con la etiqueta Felicidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Felicidad. Mostrar todas las entradas

martes, 27 de marzo de 2012

Sobre los sueños cumplidos

Bien, limpiemos este álbum/colcha de retazos. ¿En qué íbamos?

Como ya no debe extrañarme, todo se pone patas arriba y arriba y abajo pierden completa validez como conceptos. Lo que dije que era mi centro de des-con-centra y lo que no parecía posible ahora es cotidiano.

Sé que siempre pedí una vida extraordinaria. Mientras otros oraban a su dios de elección solicitando dinero, salud, juguetes o cualquier otra cosa, yo sólo pedía "quiero una vida extraordinaria". Hasta el momento has cumplido, querido, y a veces nos vamos sobreactuando, ¿no te parece?

Desde hace un año decidí volverme empresaria. No es una tarea fácil, es un aprendizaje del cerebro, los pies, el corazón y el espíritu. Es olvidar que otros te darán el camino y simplemente trazar uno y esperar que sea el mejor; si no lo es, esperar darse cuenta pronto. Este ha sido un ejercicio conjunto (menos mal), y estoy acompañada de otros 4 hombres y mujeres tan despistados y asustados como yo. ¡Qué extraño es caminar en las sombras, disfrutarlo, pero siempre pensar que hay un abismo al siguiente paso.

Afortunadamente, las cosas han mejorado y esto conlleva nuevas "sombras por las cuales caminar". Andar hacia nuevas cuevas, encontrando nuevos dragones, y forzándose a eliminar cosas que quitan espacio o agregan peso. Decir muchos adioses y abrir la puerta a nuevos "hola".

Mi cueva, la real, era compartida. La compartía en familia, como negándome a la aventura de crecer por física comodidad, pero uno de los dragones fue precisamente la comodidad y ahora afrontaré esta nueva cueva, real y con paredes, para poner en ella todas mis incomodidades y convertirla en un hogar.

Emoción, terror, crecimiento, y una sensación de irrealidad se han apoderado de mí, lo que siempre me ha generado ansiedad. Oh, la ansiedad de una vida extraordinaria que se aproxima.

Qué contradictorio que sea en la mitad de mi vida que decida empezar a vivir.




Jo

PD: Adiós a las armas, a los juegos, a los fuegos fatuos. Adiós al demonio pretencioso y al sobrevalorado, adiós recuerdos, hola sueños por soñar.


jueves, 7 de julio de 2011

Las cosas simples que definen el mundo

Un 30 de noviembre de 2001 (año recordado por la caída de las Torres Gemelas y cosas como esa, de suma importancia) dos amigas de 21 años fueron a cine a la película equivocada. Una de ellas pensaba que vería la película de una serie de libros de terror que le gustaba, la otra iba a acompañar a su amiga porque no tenía nada mejor qué hacer.

Al iniciar la película, notaron que entraban en terreno desconocido, pero al salir, no podían hablar de otra cosa. De ahí en adelante, Harry Potter se convirtió en una búsqueda incesante de libros llenos de la fantasía que el día a día de la Universidad les había robado.

Con el tiempo, mi amiga se aburrió de buscar... yo seguí. Casi cada año empezaba nuevamente la búsqueda del siguiente capítulo de la historia, y se me fue haciendo normal pensar en hechizos que habrían sido útiles para resolver mis múltiples torpezas de la vida diaria. Sin embargo, esto había pasado con otros libros y sagas, así que nunca me preparé para que algo tan simple como una historia de niños, cambiara completamente la perspectiva que tengo del mundo y las personas que me rodean.

Han pasado ya 10 años casi desde el día en que fuí a ver a Potter por equivocación y me enfrento al inevitable adiós a una era que marcó todo. Son tantos los recuerdos que me asaltan que he decidido escribirlos, con la esperanza de que pueda retenerlos un poco más y maravillarme de las cosas pequeñas que me han hecho lo que soy ahora... una nerd con dos nombres, un vocabulario alternativo y una túnica en el armario.

Recuerdo por ejemplo, que por Harry aprendí las ventajas de tener papás divorciados, porque pude pedir el libro 3 y el libro 4 en una misma navidad sin que el uno y el otro se enterara que había pedido lo mismo (año 2001)

Recuerdo que para el lanzamiento del quinto libro (2003) obligué a mi primo muggle a hacer fila en una librería en Londres toda una noche y una mañana, rodeado de gente en túnica, para tenerlo antes que nadie.

Recuerdo que en 2006 era novia de un librero y él me llevó a Panamericana a inventar trivias de Harry para los lectores. Allí un par de personas con cara de dementes me dijeron que si quería recibir información de Potter por correo, dije que sí (porque me pareció inofensivo... tonta de mí) y luego de un tiempo me llegó una invitación a una "Ceremonia de Selección", de la cual me reí como una semana.

Sin embargo, un 10 de junio iba por el centro en mi carro acercándome al lugar de esta ceremonia, muerta más de pena que de susto y rogando que nadie conocido me reconociera. Allí llegué y conocí a 2 personas que darían un giro de 180 grados a mi vida. Me dijeron que se llamaban Miyuki y Hikary... no supe más.

Recuerdo que empecé a cambiar mis horarios de fin de semana con el novio a fin de semana con gente en túnica, con sombreros seleccionadores, con revisiones de cuestionarios, y luego con reuniones de casa y así, tras 2 o 3 meses, mi nombre ya no era el mío y andaba en túnica por la calle como si fuera lo más normal del mundo; absolutamente dichosa y orgullosa de los miembros de mi Casa... sí, porque mi casa ya no eran 4 paredes, era un grupo y unos colores y un tejón.

Recuerdo en especial un 10 de septiembre de 2006, y que en la reunión de casa aparecieron 2 grandes personas que han hecho de mi mundo un mundo feliz. El primero, un flaco larguirucho que tiene la espantosa capacidad de comerse 2 tamales de un golpe y decía ser cuentero; el segundo, el ser con el humor más fino que he conocido en mi vida. Realmente no hizo falta mucho para convertirnos en amigos... tal vez unos 10 minutos.

Recuerdo salir de reuniones de Wizengamot y quedarme horas en mi carro hablando con Hikary, recuerdo escapadas con el Sumo Inquisidor y peleas con todos y cada uno de los jefes que ha tenido Ravenclaw, recuerdo el grado de Hik, las conversaciones inteligentes de Chrono, el exnovio espantoso de Marie, el paseo tibio a Villeta, ver crecer hasta el infinito a Fenrir y a Felipe, el juego Hufflepuff-Gryffindor que parecía de rugby extremo, recuerdo haber ganado la Copa de las Casas, la sonrisa de mis tejones, el convertirme en madre sin quererlo, pero disfrutándolo; las comilonas inmensas, los planes que salían de la nada, las múltiples excusas para vernos todos los días, la larga conversación en mi carro con Remus que lo llevó a ser el estudiante que es hoy.

Lo feo ya no quiero recordarlo. Eso no vale. Siempre se queda lo lindo.

Sin embargo, uno de los recuerdos más lindos que tengo sucedió en 2007, a pocos días de la entrega del último libro. El día que ví a un hombre altísimo con una cámara y que con el tiempo llamaría mi Amore.

Todo esto en 1 año... y han pasado 4 más. Ahora puedo verlos crecer a todos y convertirse en profesionales, ciudadanos del mundo, esposos, soñadores, amigos y hermanos... me siento orgullosa de cada uno de sus logros sin ser míos y me importan más a veces que mi propia familia. Porque equivocarme de película y dar mi correo han sido las dos decisiones más simples que han tenido el impacto más inmenso para mí.

Hoy empieza el final de la saga en las películas (otra cosa simple y cotidiana) y me sorprendí a mí misma llorando desconsolada por la era que se va... porque esa excusa que nos unía ya no va a existir más, con esa vehemencia y pasión de otros años. Sin embargo, entre lágrimas pienso que desde hace años no hemos necesitado esa excusa y ya somos un ser viviente independiente...

Así que brindo por las cosas simples que cambian el mundo... por ustedes, mis amigos, mis hermanos. Porque no habrá cerveza de mantequilla suficiente para brindar por haberlos conocido



Jo Granger

lunes, 11 de abril de 2011

El telón

Me envuelvo en el telón del final de la obra,
sintiendo en cada poro el terciopelo mustio.
La cara se siente suave al contacto por el aligeramiento de la carga,
ha llegado el fin.

La antigua yo se queda dormida y desnuda entre el telón
moviendo sus ojos al ritmo de tantos recuerdos,
a veces sonríe por un segundo eterno
divertida con lo que fue.

Una nueva persona emerge de ella casi transparente,
llevada por una sensación de satisfacción
ella camina por el escenario, aprendiéndolo,
sintiendo el frío de la madera en sus pies.

Ya inicia el nuevo acto, el definitivo
y la nueva yo ha tomado una decisión
el elenco es menor, pero perfecto,
hay conocimiento y alegría en el guión.
Es la presentación de la obra de mi vida
y tu ya no estarás cuando digan "Acción".



Atenea y Afrodita

jueves, 10 de marzo de 2011

Tejiendo sin rueca

Cuando pequeña siempre jugaba a lo mismo: iba en una máquina del tiempo y caía sin querer en una época específica; a veces, era una gran dama medieval (viuda, claro, para que pudiera hacer algo) y hacía una fiesta de máscaras; en otras ocasiones era una aldeana de la época de la ilustración que tenía acceso a una gran biblioteca. Cuando tenía vestidos suficientes, invitaba amigas a jugar, pero en su mayoría (y como buena hija única) jugaba con seres sacados de mi imaginación. Sacaba el candelabro, le ponía velas y PUM, había aterrizado en un nuevo lugar.

Sin embargo, con el tiempo jugar a los viajes en el tiempo fue pasando a un segundo plano y mi máquina del tiempo se quedó en la casa donde mis papás se divorciaron, llena de polvo. Sólo quedaron algunos de mis amigos imaginarios en mi cabeza, llamándome para jugar, mientras yo los esquivaba con una montaña de trabajos de universidad urgentes, llamadas de amigos y miles de sueños de "niña grande" que solemos llamar Proyectos.

Un buen día, más o menos cuando cumplí 20 años, recordé que me gustaba viajar por el tiempo y me dí cuenta que tal vez no necesitaba mi máquina para hacerlo. Resulta que en mis viajes de pequeña aprendí a bordar, porque una anciana sabia (tal vez mi profesora de manualidades del colegio) me había enseñado. Tomaba el tambor y tensaba la tela, me ponía solita en posición de señorita bien educada y bordaba por horas, muy mal por cierto. Así que cuando pude me compré nuevamente tambores, hilo, tela y aguja y empecé a pintar un paisaje con hilos... primero el verde, luego el rojo, después el púrpura y así, siguiendo los puntos de referencia del modelo. Así comenzaron mis pequeños nuevos viajes en el tiempo a partir del bordado.

Alguna vez aterricé en un monasterio de la Edad Media y usé una rueca, seguramente se quedó dentro de la máquina del tiempo en la que pasé momentos muy felices de mi infancia. Ahora al menos unas horas a la semana me pongo mi tambor en las manos, tenso la tela y vuelvo a empezar un nuevo viaje, a ver si tal vez me encuentro la rueca en uno de ellos.




Afrodita
(Por sugerencia y porque quiero que mi buen amigo Altais escuche de primera mano cómo sucedió)





lunes, 7 de marzo de 2011

Reflexiones sobre los sueños ajenos

He notado algunos cambios en las actitudes de mis amigos. Algunos tienen cambios radicales en sus sueños, los posponen o eliminan, otros simplemente se convirtieron en otras personas. Hace parte de crecer, dicen. Les creo.

Sin embargo, algunos de sus sueños o de sus realidades las quieren convertir en leyes inequívocas de crecer y en símbolos indiscutibles de felicidad. Ahí es cuando difiero. No tengo nada en contra de que la gente cambie de parecer o de que tenga metas y sueños, pero no es necesario imponerlos a otros como una obligatoriedad sólo porque ellos lo sueñan o lo consiguen. Algunos ejemplos son los siguientes:


"Uno debe enamorarse": sí, enamorarse es delicioso, pero no, no es obligatorio. Conozco muchas personas (entre las que me cuento) que cuando no estuvieron enamoradas estaban felices. Enamorarse no es señal inequívoca de felicidad y lo justifico con muchos ejemplos de personas que sufren cada momento de estar enamorado y pierden mucho más de lo que ganan.

"Uno debe viajar": Cada destino es distinto. Yo siempre he pensado que viajar es símbolo de aprendizaje, de enfrentarse con uno mismo y salir de la zona de confort, pero eso no indica necesariamente ser feliz. Tan es del conocimiento común que viajar puede (repito: puede) ser una buena idea, como que cada vez que uno viaja llega más cansado, si es que llega.

"Uno debe casarse": Ay Dios, con esta es con la que más he tenido que lidiar. Amigos que están desesperados por casarse con lo primero que pase, o aquellos que ya están casados y viven en la búsqueda de nuevas víctimas solteras que sucumban a este cliché. Quiero que quede esto muy claro y lo digo de corazón: SI UNO SE CASA PORQUE TOCA, SE DIVORCIA AL AÑO. Casarse porque "toca poner la foto en Facebook" mostrando una sonrisota y con cero idea de porqué se casa es el mayor error que puede hacerse. Es un sueño transformado inmediatamente en pesadilla. Sr. Lector: si usted es de los que dice que su sueño es casarse, le pido que lo revalúe, porque el sueño no debería ser casarse, sino casarse con alguien en específico.

"Uno debe hacer mucho dinero": esta es la mayor espada de Damócles. Todos queremos dinero, pero acabar con la salud propia, con sus relaciones y con todos los demás aspectos de su vida por el sueño de tenerlo puede ser el comienzo de un triste fin o de muuuuchas disculpas a muchas personas. Conozco a un hombre, un hombre muy inteligente, que ha perdido a su familia, su dicha, su sonrisa y hasta su ética por el dinero; lo triste es que cuando uno pregunta para qué quiere dinero, su respuesta es que la quiere "para que él y su familia sean felices". Deja mucho qué pensar.

"Uno debe tener hijos": ¿Han visto a estos papás que le dicen a los solteros "debería animarse" o "no hay felicidad más grande que tener un hijo"? Esos mismos que ponen fotos divinas de sus angelitos en todas las redes sociales, portarretratos y salva pantallas posibles, son los que no han dormido una noche tranquilos desde que su angelito nació por los gritos, enfermedades o gastos que acarrea este riesgoso sueño. Atención: no he dicho que tener hijos sea malo, pero, por favor, no vendan la idea de que es lo mejor del mundo, porque así no hayamos tenido hijos jamás, los solteros sabemos que eso no es ni fácil, ni alegre todo el tiempo. Guárdense sus delirios de felicidad para el terapeuta, que la verdad es que tener hijos es más un reto que un sueño.

"Uno debe adelgazar": en este hemos caído todos, yo principalmente. Se dice en todos los círculos que ser gordito le quita a uno empleos, oportunidades, novios, novias, salud y tiempo. Ahora, la verdad ya no me importa que me vean flaca o gorda, me importa sentirme bien. ¿Por qué? Porque las flacas no consiguen mejores empleos, ni novios, ni oportunidades porque son flacas, sino porque se sienten bien consigo mismas. Somos muchas las gorditas bien amadas y con muchas oportunidades, no porque la gente nos vea flacas por alguna brujería, sino porque el tema no es ese. Hay flacas solas y desempleadas también. Es una cuestión de actitud. Para lo único que es bueno adelgazar es para la salud, y sí, eso sí es una meta, pero no debe ser un sueño. Dejen de insistir con eso.


Bueno, eso es todo por el momento en el mundo de los desahogos. Espero que los que lean lo piensen mejor antes de adherirse a los sueños de los demás. Usemos nuestras fortalezas para encontrar nuestros sueños y les deseo desde ya que, si son sus sueños originales (con Copyright) los cumplan y sean felices.


Atenea
Making Dreams Come True

viernes, 25 de febrero de 2011

Volver...

¿Por qué volví?

Para mí eso no aplica como pregunta... la respuesta más bien es "Porque volví". Juré no hacerlo, pero parece que mi corazón nunca notó tal juramento. A veces sólo hay que dejarse llevar por los acontecimientos, por la lógica y por el instinto; eso sucedió.

Ocurrió un día como cualquier otro, pero con un factor altamente diferenciador: me estaba muriendo. No quiero sonar dramática, pero simplemente creo que así se siente: jadeaba de dolor, no sentía los miembros, rogaba a la muerte o a lo que fuera que me llevara. Y no, no era un delirio romántico, era una gastritis viral infame.

Yo siempre le he dado vueltas al tema de "la pareja perfecta": me ha intrigado que las personas lo vuelvan algo tan condicionado, tan denso. Si me hubieran preguntado hace 1 año qué hacía que una pareja fuera perfecta, habría dicho "confianza, inteligencia, que sea tierno y que me haga reír"... eso era hace un año.

Aquel día de mi prematura muerte, no era una persona que buscara o pensara en la posibilidad de una pareja perfecta. Estaba sucia y maloliente, enterrada en mis cobijas, el mundo me daba vueltas y el corazón estaba de vacaciones por falta de incentivos para quedarse. En ese momento no contaban mis amigos de parranda, ni mis personas-juguetes temporales para sacarme el dolor; sólo estábamos el dolor de entrañas y yo, en una batalla épica por mi pobre cuerpo.

No se me ocurrió llamar a nadie, estaba TAN molesta e incómoda, que nadie podría verme así sin pensar como mínimo en mi mala facha, pasando por mi irasibilidad justificada pero punzante. Sin embargo, Paul llamó.

Llamó por culpa de un mal sueño que había tenido conmigo, llamó luego de meses sin llamar, con un motivo más metafísico que casual. Yo no había dicho nada de que me moría, porque no tenía fuerzas para llamar a nadie. Él simplemente apareció.

Y luego le dije lo mal que estaba y pedí su ayuda, porque si bien mucha de la confianza sobre otras personas se había ido, había una confianza que vivía y vive conmigo siempre: nadie como él me acepta como vengo: con dolores y malos olores... Un rato más tarde, Paul volvió a la casa a la que supongo que juró nunca más volver, para hacerme reír y contarme historias inteligentes, mientras me ponía mis peluches para dormir; un momento: ¿no les suena familiar?

Yo siempre le he dí vueltas al tema de "la pareja perfecta", hasta que el estómago me dio vueltas y me dí cuenta que hace tiempo la había conseguido. Porque a pesar de todo lo vivido, eres tú el hombre al que le tengo la mayor confianza, el más tierno e inteligente y el que me hace reir cuando sólo quiero morirme.


Tiamop


Afrodita

miércoles, 19 de enero de 2011

Una Revolución en mi cabeza

La otra del espejo se ha ido y me ha dejado una pista.
Me siento llena del vacío que ha dejado, de las posibilidades.
Esta larga conversación de monólogos ha llegado a su fin
y me ha entregado la llave en un sobre matemático.

Cada capítulo de la otra fue escrito sobre mi piel,
las laceraciones y las caricias, las lágrimas y las horas,
todas plasmadas, recortadas, recordadas,
ahora son polvo, como parte de la promesa de la Muerte.

He tenido una revelación, ahora que veo el espejo vacío:
el hondo infinito que somos puede ser destruido y recompuesto,
la otra me ha pedido que la persiga y me ha dejado sus pasos
allá, en el espejo, donde puedo verlos y no seguirlos,
tonta de mí, sí, de la otra, no recuerda que sólo es reflejo.

Vete, otra de mí, a caminar por ese mundo quimérico,
ya he hecho mis paces con esta que soy ahora.
Mis ojos ven lo mismo, pero observan diferente,
todas las opciones me acompañan y florecen,
tú quédate con eso hermoso que fue y ya no es.

El futuro es demasiado grande en las manos de la realidad,
como para echarlo a perder con los reflejos del pasado.


Jo - Afrodita y Atenea


miércoles, 22 de diciembre de 2010

Victoria

Siempre he tenido gran cercanía a la idea de la victoria: no porque yo sea particularmente victoriosa, sino porque amo la idea de ganar, y de que otros sientan ese júbilo. A veces he dejado que otros ganen para sentirme bien, otras he aplastado a otros por ganar y sería hipócrita que diga que me he sentido mal por hacerlo... es un narcótico la victoria.

De hecho quiero que si tengo una hija se llame así, con eso desde que nazca tendrá el placer de vencer. La victoria es un nectar delicioso.

Este año no he tenido muchas victorias perfectas, pero debo admitir que estos días me he sentido victoriosa, o lista para serlo.

He ganado a pesar de que muchos dijeron que era imposible, he vencido contrincantes que no conozco y otros que conozco de memoria. Gracias, pero LES GANÉ.

Yo solita conozco el precio y el premio de esta victoria, pero eso lo reclamaré luego. Por el momento soy victoriosa, he vencido aplastante y espero que esta racha continúe, para tener en mi sonrisa ese nectar narcótico delicioso por siempre.

Vincceeroooooooo


Jo

sábado, 11 de diciembre de 2010

Navidad

Carta en 2010, para mi hermosa sobrinita en su primera Navidad:


Mi hermosa Majo:

Sé que aún no puedes leer, pero considerando que muy en algún lugar tienes los genes de esta tía tuya que te adora, supongo que muy pronto podrás leer esto para tí solita.

Te escribo esta carta en 2010, año en el que naciste, para darte la bienvenida a una fecha muy diferente a las demás: se llama Navidad y quiero que sepas qué significa antes de que tus papás te lleven a amarla o tus amigos a odiarla.

Se supone que el 25 de diciembre nació en un pesebre Jesucristo. Este dato no está soportado ni por la Biblia (que menciona que nació en invierno, pero jamás dice la fecha), ni por Nat Geo, que de hecho dice que es el nacimiento de Mitras, un reconocido Dios de la época en que uno podía creer en otros dioses y nadie le decía nada. Sin embargo, así no lo sepamos con certeza, es una tradición que tiene más o menos 1700 años, así que es muy importante para muchos, y debo admitir que por Ley de Atracción los habitantes de los países en donde se celebra tienen una vibra especial.

Sí, mi Majo, no en todos los países se celebra Navidad. Esto ocurre básicamente porque hay varias religiones y los gobiernos y la tradición han oficializado las fiestas que se pueden o no se pueden celebrar de cada religión. Sé que en tu limpia cabecita aún no entra el concepto de religión (cosa que a veces me alegra) pero yo puedo afirmar que mi fé es católica y Navidad es una de las fiestas más oficiales en mi calendario. Para otras religiones hay fiestas muy importantes también:

Por ejemplo, los judíos celebran el Hanukkah (en español le dicen Janucá, pero me suena horrible), que sucede entre finales de noviembre y principios de diciembre y que conmemora la segunda purificación de un Templo que ellos consideran sagrado. En esta fiesta ellos encienden un candelabro de 9 brazos de forma progresiva, porque en aquella purificación durante 8 días estuvo encendido un candelabro sagrado y lo consideraron un milagro. Durante estos 8 días las familias judías hacen lo mismo que nosotros en Navidad: comen mucho, se reunen y se dan regalos. Así que es una festividad bonita.

También nuestros amigos musulmanes tienen una fiesta muy importante: el Ramadán. Esta fiesta sucede en el noveno mes de su calendario (Judíos y Musulmanes tienen un calendario diferente al nuestro) y en este mes ayunan para purificarse desde que el sol sale hasta que se pone. Tiene varias reglas muy complejas aún para tí, pero ya te las iré contando.

Ves? todos festejamos en diferentes momentos, pero lo hacemos para celebrar nuestras creencias. Algunos creen que Jesucristo nació el 25 de diciembre y todos los demás nos unimos para celebrar su vida (realmente cuándo nació no es demasiado importante) y de ahí han salido muchos mitos e historias y personajes que nos ayudan a celebrarlo. Por eso ves gente vestida de rojo con panzotas de mentiras, y pesebres por todos lados: es nuestra forma de celebrar que Dios nos acompaña con milagros.

¿Que si es verdad que es una fecha feliz? Bueno, no para todos. Opino que Navidad es una fecha injusta porque aquellos que tienen pequeñas tristezas en el año las recuerdan más en estas fechas. Lo importante es tratar de sacar lo bueno a la situación: cercanía con los que amas y regalos así sean simbólicos. Con eso basta.

Para mí hoy, a mis 30 años, la navidad es la vuelta a mi infancia. Tuve una infancia muy feliz y me da nostalgia haberla perdido, aunque debía pasar. Sin embargo, en Navidad vuelvo a soñar con regalos, a comer cosas deliciosas, a buscar verme o llamar a los que amo y hacerlos felices de alguna forma. Todo eso me huele a infancia.

Por este motivo, quiero que tu primera navidad y las siguientes sean hermosas como las de mi infancia, si no mejores. Deseo que esa hermosa carita tuya sueñe con Papá Noel y el Niño Dios hasta que ya sea insostenible el cuento y que se te revuelvan las funciones de uno y otro. Sueño con darte navidades llenas de lucecitas, y música linda y regalos que te llenen de alegría. Voy a aprender a cocinar para tí las cosas más deliciosas de estas fechas y a volverme la tía canzona que te acaricia los cachetitos cuando sonríes....

¿Sabes por qué voy a hacer todo eso? Porque mi mejor regalo de navidad este año has sido tu.



Tu orgullosa tía

Jo




lunes, 22 de noviembre de 2010

Después de la fiesta...

He tenido una gran fiesta, en donde muchos de mis más hondos deseos se han cumplido. He jugado a ser soltera y a ser profe y a ser chiqui y a hacer muchas cosas que antes consideraba reprobables o que antes no había considerado.

He caminado entre los que amo y he visto sus caras en otra forma. He aprendido a cerrar mi corazón, a ponerme límites, a sobrepasar mis miedos. En estos meses he aprendido a aprender y a enseñar.

Ahora la vida me ha dicho que se acabó la fiesta. Puedo sentirlo dentro de mí.

Siempre me ha gustado caminar a casa luego de la fiesta. Esos minutos donde se recapitula lo que pasó, se camina raro, si se ha tomado se mira todo en otra perspectiva y el cuerpo está adolorido y relajado, listo para ir a la cama. Amo la sensación del sereno en mi cara, y de la noche que termina. Ahora me encuentro en esa etapa y me gusta.

Quiero nuevamente renacerme. Continuar desde lo que he aprendido, pero recuperar lo valioso del pasado, y tu estás ahí, entre todas esas cosas que me han hecho feliz antes y después de la fiesta. Sé que te he hecho el camino difícil, que no soy la persona más tranquila del mundo contigo, pero nadie ha hecho mover mi corazón como tú. Nadie me ha hecho mejor persona.

Hoy, con mis ojos de adulta, quiero acercarme a tu guarida y sacarte de ella para que juntos construyamos de nuevo la luz. Soy un ser de luna y de oscuridad, de laberintos extraordinarios y horas entre la cama luego de la fiesta, pero este despelote me ha llevado a re-conocerte, a extrañarte con el cerebro y a darme cuenta que, después de la fiesta, al único que quiero volver es a ti.

Y me has hecho saber que siempre estuve presente, a pesar de la distancia autoimpuesta. Gracias por entregarme a pesar de ti mismo tu corazón. No me arrepiento de lo vivido, pero no quiero vivirlo más. ¿Me dejas volver luego de la fiesta a tus brazos? ¿Aún después de este mes de tremendas charlas quieres volver a los míos?

Ya estoy metiendo las llaves en la puerta para entrar a acostarme después de esta fiesta. Espero que estés ahí cuando llegue para contártela.


Jo

jueves, 14 de octubre de 2010

Tiempos de Paz

Declaro un armisticio.
Estos son los tiempos de paz de los que habló tanto mi abuela. Los momentos que uno le roba a la vida para que el paso vaya despacio y los pulmones se llenen de aire. He vuelto a la tranquilidad del cielo nublado, que sólo invita a desaparecer entre sueños.

Me preguntaban hoy qué quiero ahora, cuál es el siguiente paso para mi vida emocional. ¿Saben qué? No tengo idea y no me interesa saberlo. Creo que no necesito preguntármelo.

Mi nuevo amor se llama finanzas. Sí, yo sé, in-cre-i-ble. Las amo. Contra las matemáticas no hay debates, ni preguntas, ni interpretaciones. La duración modificada anual es 0,1420; no tengo que preguntarle cómo se siente, bajo qué contexto se generan los números, si hay que negociar con personas para que eso dé así. Simple. Tranquilo.

Yo toda la vida he comprado "Libros porque sí". Normalmente eran novelas históricas o libros de poesía. Ahora compré uno de valoración del riesgo y no me cambio por nadie. Tanto por leer y ver...

Las matemáticas son como el amor puro porque así pasen muchos años no cambian. Su estabilidad inalterable las convierte en un refugio.

Mi segundo amor se llama tetris por estos días. Es mi recreo y la forma de poner mi mente en blanco mientras caen los bloquecitos y puedo pensar en paz. Ya he vencido a la máquina en incontables ocasiones y cada vez me genera el mismo placer privado de victoria. Podría jugar por días sin siquiera notar el paso del tiempo, pero debo parar, porque el estudio me llama.

Mis amigos, no queda sino decir que mis planes van bien, que me estoy tomando con calma la vida y que la paz viene de adentro. Sólo me hacía falta una conversación para gozar completamente de ella y por fin la tuve.

Peace, dears... and SUIT UP!!

sábado, 9 de octubre de 2010

Uno hace planes y Dios se ríe

Esa es la frase de la semana. Dicha por Legui frente a mis polluelos el viernes y más cierta imposible.

Al estar enferma y en cama pude ver muchas cosas, entre ellas las temporadas que me hacía falta ver de How I Met Your Mother. Un podría preguntarse: ¿qué coños puede explicarle a uno una serie? Bueno, esta, de todo.

Primero están las bromas maravillosas, el listado de cosas que uno no puede hacer al cumplir 30, el salto, las embarradas que uno comete por miedoso y las que hace sin pensar; también la importancia de estar en el momento correcto a la hora correcta.

Además, me ayudó a ver mi historia en perspectiva. ¿Qué le diré a mis engendros cuando sea grande y les cuente la historia de cómo conocí a su padre? Será una historia llena de errores, claramente, y como Ted muchos pasarán como si lo fueran, pero no. Historias de alegría, arrepentimiento, tristeza y decepciones llenas de aprendizajes.

Al final de la temporada 4, Ted cumple 31 y dice "fue el peor de mis años: en el que me dejaron plantado en el altar, perdí mi empleo, hice una empresa que quebró y me pateó el trasero una cabra, pero ahora lo recuerdo como el mejor de mi vida porque me llevó a conocer a su madre". Me sentí taaaan identificada.

Tal vez en mi temporada X, capítulo X, contaré como antes de cumplir 30 me dejaron por otra, me botaron de mi empleo, estuve en urgencias 4 veces, me cortaron el cabello con podadora, me metí en una locura de romance al ritmo de reggeton, me dí cuenta de que mi primer príncipe es un sapo venenoso (again), ví a mi mejor amigo casi morir en mis brazos, estalló una bomba en mi casa, casi caigo en la quiebra y, aún así, es el mejor año de mi vida porque aprendí a dar el gran salto, a arriesgarme, tuve el mejor empleo del mundo y me dio las puntadas para convertirme en esa persona que contará la historia de su vida a sus polluelos propios.

Uno hace planes y Dios se ríe. Yo había planeado otra cosa: a mis 30 debía tener un empleo con más de 6 ceros en el cheque todos los meses, debía usar sastre más de lo necesario, ser una erudita, una autoridad, haber viajado por el mundo entero y tener un listado de affaires más largo que el de Barney S.. Poco de esto ocurrió. Todo salió más o menos al revés, pero la sonrisa sigue intacta. Al final, sólo queda lo divertido del viaje y lo que he aprendido. Lo principal: he aprendido a aceptar, a perdonar, a soltar las cosas para que no sea Dios, sino yo la que ría de los planes, porque nada puede controlarse.

Pero soñar no cuesta nada.


Jo

jueves, 30 de septiembre de 2010

Novedad

Tengo la tendencia a evocar la historia constantemente. Me acompaña en cada momento, me abriga en las noches, me despierta en las mañanas. Cada evento nuevo está conectado de forma lógica con el pasado, con lo que sucedió y lo que pudo suceder. A veces me atormenta pensar en tantos recuerdos míos y ajenos; en otros momentos me recuerda de qué estoy armada y me da un minuto de paz. Como si esta vida tuviera cimientos, pienso ingenuamente.

Pero no, resulta que la novedad existe. Yo creí que se me había embolatado la capacidad de asombro. Alguna vez se lo dije entre lágrimas desesperadas a mi ex, en serio angustiada porque notaba que todo era una repetición que llevaba a la muerte. No había más, todo había sido inventado: nacer, crecer, hacerse adulto, casarse, reproducirse y morir. Y sí, puede ser cierto, pero el asombro no se muere... es uno quien no lo ve.

Oficialmente he recuperado mi capacidad de asombro, y creo que el de todos los que han escuchado mis últimas historias. La lógica, tan tranquila, tan segura, tan amable, se ha ido sin una nota, sin un cariñito, y un día me levanté y todo era novedoso. Recuerdo a Matrix: todo exáctamente igual pero tan diferente. Ya hasta la comida me sabe diferente. La ropa me queda igual, pero no reconozco a la persona del espejo. Simplemente no sé quién es, así que me presento: "mucho gusto" y me lavo los dientes. La piel se siente diferente, el sol ya no me molesta, los pies no duelen porque hace tiempo no tocan el piso. Pero eso no es lo mejor.

¿Se acuerdan que estaba rogando al Demonio que se fuera? Les cuento una novedad: yo lo lancé al vacío y no volverá. ¿Felices? Yo mucho más. Esa era una de las razones que me incitaba a pensar que ya no se podìa conocer nada más. Verán que no.

Ahora hasta mi libro me sabe diferente. Ya no quiero retener en él al Demonio. Para qué... si yo ya no lo tengo en mi mente. Tampoco quiero hacerle un homenaje a quienes ya no están. Por algo se van. Sólo uno, el Gran Recuerdo de mi Vida, se queda, el resto, se va a la venta de garaje. Ese era mi bendito bloqueo... el pensar que nada nuevo podía escribir. Ahora, que la novedad se ha tomado mi vida, no queda sino escribir de ella.

Tienen razón aquellos que dicen que uno debe conocer su historia para evitar repetirla, pero yo no habìa dado el paso a la segunda parte de la oración: "para evitar repetirla". Eso es lo que quiero que pase, que nada se repita... lo nuevo es tan maravilloso...

Ahora las conversaciones profundas me persiguen. El domingo fueron mis grandes amigas, hoy una amiga que es casi lectora de mentes. Lo divertido es que todas notaron el cambio, se alegran y lo celebran... y yo floto. Floto porque yo soy la novedad, porque todo lo que he vivido me hace bien y ellas lo saben. Bendito el día en que decidí dejar la demencia de hacer todo como lo dicta el libro. No, ahora todo se hace basado en la teoría del caos, así no sepa jugar, así pierda. Me divertiré en cada etapa del partido y volaré, porque ya lo hago. No tengo necesidad de licor, ni de cigarrillos, ni de costumbres, ni de excusas o dramas o faltas de decisión. Sólo decidir y ser. Por fin libre de mis propias sogas.

¿A quién le miento? Nunca he sido una persona para "sentar cabeza" para tomar un rumbo "para siempre". Perdón a aquellos que les dije que sí, en su momento lo consideré, pero mi espíritu es diferente. Mi espíritu es libre y se reta, a mi espíritu le gustan más los orgasmos intelectuales que físicos, no tiene gafas, no se sienta horas interminables frente a un televisor a ver cómo la vida se va generando estabilidad a otro que está más aburrido que yo. No puedo, lo siento muchísimo. Fue una mentira que me dije y te dije y lo siento.

Me creí una rebelde cuando me dí cuenta cómo funcionaba mi espíritu y quise esconderlo. Estos últimos 3 meses lo he escondido, pero una vez más quien me abrió la puerta a estas maravillas decidió lanzarme al vacío de la opinión pública. Quedé al descubierto, yo y mi novedad, pero no fui considerada una rebelde. Parece ser que todos sabían de qué estaba hecho mi espíritu antes que yo y sólo se regocijaron por la felicidad que ahora brilla en mí. Qué hermoso volver a la inocencia y a la pureza de la libertad del espíritu. A dejar de mentir y de esconder. Pude decir y ser mi verdad en todo mi esplendor y se siente de maravilla. Ya sé cómo se siente salir del closet. Yo salí de uno lleno de polillas, libros de historia y revistas de novias hace unos días y se siente delicioso.

Quedan 27 días para cumplir 30 años en este mundo y, si los cumpliera hoy, los recibirìa feliz, con todo el amor de mi corazón que ya no está roto y llena de la inmensidad de lo nuevo, de lo que jamás había probado y ahora es lo que me despierta en las mañanas y me da el beso de las buenas noches.


Jo

martes, 28 de septiembre de 2010

El amor en la era del Grunge

Acabo de leer que vienen los Stone Temple Pilots, A.K.A. el soundtrack de mis años universitarios y me puse nostálgica. Igual es que ando así también porque mi Champi, gran amiga, se me va. Mejor dicho, la nostalgia me acaba de poseer.

En algún momento fue 1998 y yo andaba con boina, chaleco, camiseta y gabardina por la vida. Ahora las niñas de mi U se visten con zapaticos tiernos de colores y tacón bajito, con jean entubado, pelo muyyy hacia un lado, blusas que muestran los hombros y chaquetas de cuero. Yo me veía bieeeeen diferente: camisas a cuadros y camiseta debajo o camisetas negras, botas industriales o zapatos siempre negros con plataformas duras y altas, jeans rotos y desmanchados, manillas de todos los colores, el pelo por la mitad y planchado hacia abajo, pocos colgandejos, nada de maquillaje, gabardinas y un paraguas gigantesco que no me desamparaba ni de noche ni de día. Días maravillosos del grunge.

Sí, yo sé, el grunge es de 1990 no de 1998, pero verán, a nosotros eso muy poco nos importaba. Recuerdo tardes enteras oyendo Yield de Pearl Jam con Robert, o los Stone Temple Pilots, o Nirvana hasta que el alma se nos fuera por un caño. No niego que oí a Briney Spears y a N'Sync, pero bueno, había de todo jajaja. Yo empecé con otro curso no con el de los que serían mis amigos, uno de gente querida, pero que no me hacía feliz. Pero desde el primer día conocí a uno de mis grandes amigos, mientras nos tomaban la foto de un carnet.

Cuando lo conocí, pensé que era el tipo más raro en la historia, pero luego pude ver que me había equivocado: era mucho más raro al conocerlo a fondo. Me lo empecé a encontrar en todo lado y lo ayudaba a prácticamente todo, porque tengo voluntad de regalada y porque el tipo me intrigaba... era TAN raro. Y él me fue presentando a los demás de a pocos: primero fue a un par de ibaguereñas queridas pero cada una con etiquetas bien demarcadas: la primera, intelectual, amable pero independiente; la otra, una diva superconsentida que hablaba como niña chiquita.
La diva me presentó a otra, una calentana muy poco prudente que no tenía claro que en Bogotá hacía frío y siempre andaba medio empelota y casi sin medias jajajaj. Ellas me decían "La Buena Gente" porque, sinceramente, no se sabían mi nombre. Igual, era lógico porque yo poco me la pasaba con ellas.

Pasó primer semestre -que era una verdadera carnicería peor que cualquier reality y que acaba con el espíritu de cualquiera- y llegó el final de Introducción a la Economía (una materia que yo claramente odiaba pero en la que de milagro me iba muy bien). Yo quería estudiar con el niño raro porque sabía que era genio para eso (de hecho, años después dictó esa materia), pero me dijo que ya tenía compañía.... ni modo, estudiaría sola. Seguí caminando y como que lo pensó mejor y me dijo que listo, que fuéramos a mi casa a estudiar; ahí arrancó todo... tres pasos más adelante nos encontramos con un muchacho que era de su curso que andaba en una depresión tremenda porque se le habían perdido los apuntes de esa materia justo ese día y nos lo cargamos también, por física lástima. Jamás imaginé que ese par de bichos raros serían mis más grandes amigos de la vida.

Una cosa llevó a la otra y yo terminé cambiando todas mis materias para verlas con ellos: la diva, el depresivo, el raro, la intelectual y la calentana. Dos semestres más tarde se agregaría el cantante bohemio para completar el combo. No, según Rob (el depre) no éramos un combo porque no éramos amigos, sólo compañeros de estudio, pero ahora que nos amamos locamente creo que no discutírá que somos un combo y que somos amigos.

Los demás medio nos odiaban, medio nos envidiaban porque, sin temor a la falsa modestia, éramos el combo ñoño y a todos nos iba muy bien, con especialidades: Raro y Calentana = economía y matemáticas, Diva = tomando apuntes y en política exterior, Buena Gente = relaciones internacionales, historia y estudios de área, Intelectual = prácticamente todo, pero bueno, política era el fuerte, Depresivo = Absolutamente todo de una forma muy fastidiosa (menos en diplomacia), aunque en los idiomas era peor de ñoño; Cantante = finanzas (jamás en Japonés). Así, creamos una comunidad ñoña indestructible que permanece hasta hoy.

Por su amor/envidia se crearon muchos chismes, entre ellos que nosotros teníamos sexo grupal y demás cosas divertidas que lamentablemente jamás pasaron. Nos divertíamos con taaaan poco: música, pan, jamón, queso, vino barato, Reto-5 y Bar 23 con vodka. Lo que ellos veían era un grupo que no era un grupo paseándose la U con maletas gigantes llenas de libros: el Combo Tortuga. Odiamos el nombre, pero ahora no nos podemos llamar de otro modo.

Los 5 años pasaron volando, vivimos todo tipo de momentos de esos que generan lazos y nunca nos prometimos seguir pendientes el uno del otro, simplemente lo hemos hecho hasta hoy, 12 años luego de esos días de grunge y placeres simples. Ahora la diva, que ya no es tan diva y es mi Champi, a quien adoro, se va a seguir un sueño, como ya lo hicieron la el Depre (que ya no lo es, sino que es un Ciudadano del Mundo), el Raro (que ahora es un reconocido intelectual) y la Intelectual (que es una extraordinaria mujer becada). Aquí nos quedamos el Cantante que ahora llena las arcas y tiene el mejor lugar para rumbear, la Calentana que ya aprendió del frío y es una mujer admirable y una mamá increible, y yo, la que llamaban Buena Gente y de la cual se burlaban por su inocencia. Ya no soy tan inocente, ¿no es verdad?

Amigos: los amo. Gracias por enseñarme sin querer que no se necesita compartir ni tiempo ni espacio para estar en la mente de los demás y por que, sin querer, hemos creado un lazo indestructible. Son mis amores de los tiempos de Grunge y hoy brindo por ustedes, porque quiero que sigamos creciendo juntos y seguir llenando de retazos esta colcha que parece una camisa de cuadros.


Jo

domingo, 12 de septiembre de 2010

Orgasmo cerebral

Siempre hay una tercera vía para todo. Yo siempre lo supe pero muy poco lo apliqué.
Hoy mis tres vías tuvieron su momento.

Un momento fue visitar el sitio donde todo empezó... mi Ground Zero. Pensar en él, nuestra historia en presente y soñar con la inocencia, la ternura.

Luego fue ir a mi presente, las anchas montañas y el olor a madrugada medio añeja, pensar en ese futuro tan pasado y soñar con la pasión y la química.

Finalmente llegué a la tercera vía... descansada, tranquila, sin ataduras, sin pasados, sin presentes, muchos futuros medio raros. Pensar en él, su increible cerebro y la cantidad de cosas nuevas que representa, su genio escondido en tanta basura que lo rodea, y soñar con libros, música, mi zona de confort destruida, todas esas pestañas...

Lo creí por años imposible. Una vez lo viví y no fue tan agradable, pero sí, es posible. Mi cerebro alineado me genera más placer que todas las baratijas que me puede dar la ternura y la pasión. Es eso, no lo demás, lo que me excita, me mantiene viva y adrenalínica, lo que me ha devuelto muchos años perdidos pareciendo una flor marchita.

Bienvenido, conocimiento, genio, libros, mi IQ de 126 de siempre. Los extrañé y juro no soltarlos jamás, por más ñoña que me llamen que ya me estoy quedando los sábados a estudiar.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Relax NS/NR

La imaginación suele darle de cachetadas a la realidad todo el tiempo. En mis 29 años, 10 meses y 4 días en este mundo siempre se comprueba.
Hoy me dijeron que me iba a sorprender de mis propios límites y, sinceramente no creí, porque ya me he sorprendido muchas veces y creí que mi capacidad de asombro había muerto. Me dijeron que había llegado el momento de caminar hacia la cima sin miedo, sin premura, sin afán, pero absolutamente conciente de quíén era. Me explicaron que no tomaría mucho tiempo y que, por ende, no tenía tiempo para titubear, para distraerme o para tan siquiera tomar riesgos innecesarios en la carrera que se avecina. Que me iba a retar a mí misma al máximo nivel posible.
Yo dije hace años que cada día me lo iba a tomar en las rocas y me mentí. Muchas veces estuve llena de dudas, intrigada por vainas que no entendía, mamada de personas que no era capaz de mandar a la mismísima conchinchina que se merecen, pensando en qué dirán, dónde lo dirán y qué pensaré de mí cada vez que iba a tomar una decisión.
Y bueno, sí, perdí tiempo valioso. Ya no. Creo que el futuro se vino encima y fruto de eso tengo los ojos rojos de leer y estudiar matemáticas más de lo sano. Tengo claro el camino, las personas que me aportan, los sentimientos que no me distraen. No más cursilería barata a gente que no lo merece. Sorry, se les acabó el crédito en esta cuenta. Mis poemas son tan libres como yo y los mando de vacaciones un ratico; mi ser racional está en su máximo esplendor y no lo voy a dopar de ninguna manera. Todo es procesado por mi cerebro primero. Nada se deja al azar.
Por eso me gusta mi nueva posición de NS/NR. Si me preguntan cuál es mi posición sobre el amor y esas quimeras es exáctamente NS/NR. He recibido nuevas formas de ver momentos realmente increibles sin necesidad de contestar. Hoy pregunté, sólo para evitar monstruosas confusiones que no llevarán a nada.
Para tí: te quiero, lo sabes y eso es suficiente por el momento. Si sigues alimentando mi cerebro las cosas no podrán sino mejorar. Gracias por regalarme sin querer este nuevo universo y haberme limpiado las gafas de tantas cenizas inútiles. Eso es lo que hace un verdadero amigo. Y sí, quiero seguir.
Jo

martes, 31 de agosto de 2010

Libertad, una posición de afortunados.

Simplemente no puedo dormir. Pero no es el insomnio común, porque tengo la tensión alta y cara de ponqué de cumpleaños gracias a las ironías de la vida.

Esta entrada es inconexa, porque más o menos así ando yo. He dicho más de una vez cosas de las cuales ahora me arrepiento. Tal vez soy menos conservadora de lo que yo misma me imaginé. Miren no más:

1. tengo un corte nuevo de cabello que jamás me imaginé,
2. estoy haciendo cosas que dije que no haría,
3. estoy dictando una materia en la que expongo temas que dije que jamás enseñaría,
4. escucho música que juré jamás escuchar,
5. digo cosas que nunca pensé decir y
6. tengo un revuelto cerebral, porque mi corazón no siente nada por personas que dijo que jamás olvidaría... mira vos.

Dicen que la demencia es pensar que las cosas van a cambiar así uno haga lo mismo siempre. Pues bueno, no estoy demente, no más. Estoy haciendo todo al revés a ver si esta vez funciona mejor. Por el momento, estoy feliz... estúpidamente feliz por algo que aún no me explico y que me encanta no poder explicar. Qué carajos, no tengo que explicarle a nadie igual.

Para los que piensan que debo explicaciones, un dato "casual": tengo 29 años, estoy soltera, soy hermosa y estoy trabajando en un sitio que amo y en donde no tengo un jefe directo. ¿Capicce? Así que me importa menos de un bledo lo que opinen sobre mis decisiones, hago lo que se me da la gana por que por fin soy absolutamente libre de correr riesgos estúpidos y lo quiero hacer. Este tipo de adrenalina todo lo vale y, entre más lo pienso y más lo conozco, él también (y como ya sé que lees, sí, es para tí).

Como dice mi gran amigo Camilo "Pregúntenme cuánto me importa".




JO

martes, 24 de agosto de 2010

Extreme Makeover - Soul Edition

Me siento renovada. Finalmente he hecho las pases con mi pasado central, he aprendido las lecciones que considero necesarias y esto, automáticamente, ha llevado a nuevas cosas.

Me siento ligera, deseosa y tranquila. Recibiré mis 30 años feliz y desapegada de temas enfermizos en los que otros giran. Ya no giro como un satélite en las vidas ajenas, ni tomo las cosas del lado hueco. No busco la aprobación de nadie y ahora me concentro en lo que me gusta hacer y lo estoy haciendo con el alma.

Alguien me preguntaba hace unos días qué quería hacer ahora. La respuesta es: de todo. Quiero descansar de temas que sólo han sido un desgaste y un desperdicio de tiempo: no tengo que escuchar o leer bobadas, en lo absoluto. Ahora quiero elegir, aprender màs de lo que ya he aprendido y divertirme como lo he hecho con mis alumnitos, con las personas que estàn en mi corazón, con las consecuencias de mis decisiones y las que otros tomaron por mí. Hablando de decisiones ajenas, quiero agradecer a aquellos que han decidido irse. Ya era hora, pero yo no lo sabía porque era terca. Ya no me siento terca y entiendo claramente el por qué de su partida.

Ahora, sobre las bienvenidas. Estos maravillosos cambios dentro de mí han atraido personas maravillosas y nuevas para mí, que me han enseñado mucho en muy poco tiempo. He aprendido sobre la generosidad, sobre el amor, sobre un mundo sin ira, ni rabia, ni drama. Paz, por fin.

Naty y Mafe tienen razón: lo que quería era un cambio de vida, y voy por muy buen camino. Por eso cada día es una aventura nueva, una felicidad nueva y una palabra más en mi historia personal. También Juan Da me lo dijo, a su modo: con los ojos en la meta se hace divertido correr, y ya tengo la meta más cerca. Al menos sé claramente qué no quiero en mi vida y lo he alejado de a pocos.

Todo esto se concreta en cambios puntuales: más comodidad en mi vida, menos peso, menos pelo y gafas lindas; muchas posibilidades, más puertas que se abren e información relevante llegando a mis oidos.

Para que algo nuevo aparezca debe morir algo; ha muerto mucho en mí en muy poco tiempo y eso ha ayudado a que con la misma velocidad nazca un nuevo mundo, el que ahora se vé con mis nuevas ventanas y que me invita a arriba, allá donde los sueños son posibles.

Y ahora, una canción muy pertinente


una canción muy pertinente.




Jo

miércoles, 18 de agosto de 2010

Conversación

Dos universos se encontraron una tarde concertadamente.
Uno frío y nublado, el otro lleno de primavera en sus ojos.
Cada uno una historia y un suspiro.

Él, un concierto en Sí mayor. Ella va por el Mí sostenido.
Ella encuentra su refugio en el hoy. Él en el mañana.
Un café los separa de la mesa, pero su historia converge en el pasado.

El tiene frío mientras ella fuma.
Ella tiende a mirar a los lados para revisar que sigue en el mismo punto
allí donde ella es fuerte y fría.
El viento no para de mover su cabello.

Mientras pasa esta conversación, sus bocas hablan, pero sus oidos están cansados.
El padre tiempo corre como loco por los pasillos preguntando por el responsable
de que estos dos universos fugados se encontraran en un presente,
cuando son recuerdos añejos que no deben hablar.

Pero el daño está hecho.
El, la Primavera, ha entregado a la Lluvia un poco de música,
esa que a cada uno enamoró en un tiempo diferente.
La lluvia no quiere volver a ser un universo solitario,
y ahora tiene a la música de ese pasado ya tan presente, para iluminar su futuro.


Jo - Les

lunes, 16 de agosto de 2010

El arte de sentir miedo en mi santuario

La noche ha sido mi amiga siempre. Me recorre, me lleva y me trae desde mis pies hasta el borde de mi imaginación. Hace unos días, el final de la noche eliminó las pocas esperanzas de superar mi insomnio.

A las 5:27 de la mañana, del 12 de agosto, estalló la ventana por la cual he visto muchos amaneceres, y la cama, mi recinto sagrado por más de una razón, me expulsó a golpes. Luego el polvo, la confusión y la enfermiza y adictiva necesidad de buscar razones, heridos, muertos. No encontré ninguna de las 3, gracias a Dios por las dos últimas.

Dios... él ha estado poco presente en los pensamientos de este blog, porque lo considero demasiado alejado de mi lado más oscuro. Sin embargo, ese día hubo una fusión: no le pedí salvación, ni nada por ese estilo. Sólo pedí paz. Comprendí, en una milésima de segundo, que había dejado atrás la paz por demasiado tiempo, incluí todo el ruido posible a mi vida: personas con conversaciones interminables, algunas tan vacías que se pueden encontrar en wikipedia sin esfuerzo, metí a la fuerza historias de las historias, angustias creadas por la sociedad, ansias mías. No, ahora quiero paz. Eso le pedí, pero para lograrlo, me regaló mucho más ruido del soportable.

Las siguientes horas fueron muy raras: un teléfono que no paró de sonar (yo sólo quería una llamada y la tuve a las 5:30 a.m., el resto era ruido.), caída de vidrios por horas y horas, visitas de agentes del Gobierno (que buscaban más chisme que otra cosa), un frío indescriptible, vidrios por todo el piso (aún se encuentran por ahí), mirones, cámaras, noticias a 1000 de volumen, ruido, ruido, ruido. Mi cabeza estalló, por fin, a las 2 de la tarde y me quedé dormida a pesar del ruido entre mi cama y el polvo de los escombros... Las fotos que tomé por reflejo me recordarían cuando volviera que no era un sueño.

Después, a eso de las 5 p.m., cuando por fin pude salir, vino la paz. Caminé, sí, había ruido en todo lado, pero yo ya no lo sentía. Estaba en paz, porque la muerte golpeó mi ventana. Ya la había escuchado antes, la había visto pasar, pero esta vez golpeó mi ventana y yo no la vencí, sólo la miré a los ojos y pensé en el ruido. Ese día, como a todas las víctimas de este tipo de situaciones, decidí vivir como si fuera el último de mi vida todos los días que me faltan.

En la noche reí a carcajadas, llamé a las personas a las que les debía frases hermosas y las dije de corazón, sentí el poder del viento fuerte entrando en mis huesos. Oí música que me recordara la magnitud del universo. Escribí. Luego me fui a dormir lejos de casa (porque el sitio era invivible) y dormí abrazada y asustada. Yo jamás había dormido asustada. Sin embargo, abracé la nueva experiencia y decidí vivirla en todo su esplendor, quise sentir intensamente el pánico que tenía y que no me dejaba comer.

Han pasado ya 4 días después de que la muerte tocara a mi ventana, ya tengo nuevos vidrios y mi cama está libre de escombros, calentita y tranquila. Pero algo cambió en mí. Ahora tengo la inmensa necesidad de la paz, de la verdad, del amor intenso y de la felicidad absoluta. En estos días no he tenido miedo a tocar otras puertas, he dicho directamente lo que pienso, sin rodeos, ni cálculos. Era la forma perfecta de celebrar tu cumpleaños, ¿no te parece?

Mañana, que será el día 5, miraré a los ojos al hombre que más he amado y le diré todo lo que mi corazón no dijo por miedo, para ver si en los pocos o muchos días que me quedan puedo volver a amar así.



Jo



P.D. Tu regalo bloguero te lo escribo mañana. Hoy quería escribir para mí, para variar jeje.