lunes, 21 de enero de 2008

EL HISTORIADOR CINCO ESTRELLAS


Chinos, amigos, amigas, combos, amore y demás personas de mi terrenal vida.

En un giro de los acontecimientos, Jo pasó de la decadencia más espeluznante generada por la bien conocida y nunca bien ponderada malparidez existencial, a la flamante vida con propósitos. Agradezco en este momento a quienes se preocuparon y me ayudaron en estos momentos aciagos y muy pendejos: gracias mi amor hermoso porque tuviste la paciencia para guiar a un ciego hacia la luz, gracias Marie por la pizza de objetivos que ya casi termino, Remusin, simplemente ERES. A Ed no le agradezco porque fue algo como mutuo jajaja. Y, quién lo creyera, hasta La Muerte ayudó a llenar de vida a este cuerpo decadente jajaja.... ayyy, casualidades.

Bueno, pero ese era sólo como el reporte normal. Ahora lo divertido. Resulta que quiero mostrarles una joya de la historia colombiana que habita estas calles aún y que, si me encuentro, será considerado mi mejor amigo de por vida. Su nombre: Carlos Rodríguez; su ocupación: medidor de calles e Historiador Cinco Estrellas. Alguna persona que tuvo la suerte de encontrarlo hizo el siguiente video, que les recordará un poco de historia de este país, contada bajo los ojos de un hombre sabio que debería estar mucho mejor de lo que está.

Ahí se los dejo para que se diviertan como yo.





Una vez abierta la puerta de la historia, nuestro amigo Carlos continúa su relato y se adentra más en los momentos buenos y malos de los alrededores de la Plaza de Bolivar, antigua Plaza Mayor.

Sigue la parte 2





Espero sus comentarios y me encantaría llevar a los Enn a caminar por el centro para contarles otro tanto de historias que me sé. Bueno, ahí dirán si quieren o no y vamos contando historias, tomando fotos y comiendo paleta.

Los quiero a mis lectores y chicos, la moraleja de esta vida es que nada pasa si tu no quieres que pase y nada sucede sin un propósito. Tengo ya 3 entradas más planeadas para darles, pero tendrán que esperar para que ustedes puedan digerir todas las cosas que les comparto y para que yo pueda organizar todo este trancón de ideas que de repente aparecieron y no desean irse. Yo tampoco las quiero tener encerradas en el olvido.

Una posdata: te amo, mi vida, mi sol. Seremos lo mejor de nosotros y sé que al final de todas las tormentas alcanzaremos el balance y nos entregaremos a la felicidad. Por ahora, toma los retazos de esta alegría que me regalas y haz de ellos una red que nos detenga de mis manías y de tus premuras. Ya no tengo miedo, sólo paz acelerada por los acontecimientos. Te amo más que ayer y cada día te amaré más que el día anterior, hasta que nos dé infinita la ecuación.



JO

No hay comentarios.: