jueves, 31 de enero de 2008

¿TE GUSTA QUEJARTE DE TU VIDA?
MIRA ESTO


Hola amigos y amigas bloggers que leen lo que pasa por mi cabeza.

Hoy estaba chismoseando como cosa rara las noticias del día (porque hay que estar enterados de lo que pasa fuera de nuestro mundo de cuatro paredes, como dice mi papá, a modo de tortura) y me encontré un artículo que me puso a pensar.

Normalmente, cada persona tiene una razón muy fuerte para quejarse: que sus papás pelean, que la plata no me alcanza para comprarme el plasma, que "Carajo, por qué siempre las cosas horribles a mí" (esa es mía, hahaha), que los tipos/viejas no me miran, o me miran mucho, o me miran pero con fines sexo-recreativos, o el que me miraba ya no me mira, o quiero que me mire uno y me caen los demás, o mi trabajo es un asco, o no es un asco, pero juemadre quiero ser presidente de xxxx empresa. En fin, cuanta pendejada.

Ok, muchos diremos que en nuestro mundo de cuatro paredes no es una pendejada y hasta que mi ki encuentre su equilibrio no estaré contento, pero creo que hay situaciones ajenas que pueden ponernos la vida en perspectiva, para dejar de quejarnos por bobadas (ta bien, por maricadas, porque ni pendejadas son algunas).

Miren esta noticia y, por favor, reflexionen sobre lo que tienen y necesitan y qué pueden hacer para que otros que están peor mejoren sus vidas.


Enero 30 de 2008
En Haití, los más pobres se alimentan con 'galletas' de barro

Con algo de sal y mantequilla, el lodo se convierte para miles de haitianos en una opción frente al hambre.

Los precios de los alimentos no permiten a los más desfavorecidos comprar siquiera un plato de arroz y por eso las familias adoptan medidas desesperadas para engañar al hambre.

Son las 12 del mediodía y los habitantes de los asentamientos más miserables de Haití se disponen a almorzar. Sin embargo, en ninguno de los fogones de las humildes cocinas se percibe el olor de la comida fresca.

En los cuartos dedicados a la cocción de los alimentos se siente un desabrido e insípido sabor con el que los pobladores de esta parte del mundo se alimentan: es el aroma del lodo.

Charlene, una madre soltera de 16 años con un hijo de un mes de nacido, recurre a un singular producto haitiano: elaborar galletas hechas con la tierra seca y amarillenta de la meseta central del país.

El lodo ha sido apreciado desde hace mucho por las mujeres embarazadas y por los niños de este país como fuente de calcio y antiácidos.

Sin embargo, en lugares como la villa miserable de Cite Soleil (ciudad del sol), ubicada junto al mar, donde Charlene comparte una casa de dos habitaciones con su hijo, cinco hermanos y dos padres desempleados, las galletas confeccionadas con tierra, sal y aceite vegetal se han convertido en una fuente regular de sustento.

"Cuando mi madre no cocina nada, tengo que comerlas tres veces al día", comenta Charlene, quien luce descalza, con un vestido sucio, y su cabello negro moteado de vetas rojas que revelan una desnutrición crónica.

Su pequeño hijo Woodson, recostado en su regazo, luce ahora más delgado que los 2,8 kilos que pesó el día que nació el mes pasado.

Pese a que le agrada el sabor salado y grasoso de las galletas, Charlene dice que éstas también le producen fuertes dolores estomacales. "Cuando amamanto, al bebé le dan cólicos", comenta.

Una opción más barata

En Haití, los precios altos y la escasez de alimentos amenazan la frágil estabilidad del país, por lo que las galletas de lodo son una de las escasas opciones que tienen los más pobres para sobrevivir.

Pero no se puede usar cualquier barro. Los mercaderes llevan el lodo del pueblo central de
Hinche a un mercado en el barrio de tugurios La Salines, de Puerto Príncipe.

Dentro del laberinto de mesas con carne y vegetales sobre las que rondan enjambres de moscas, las mujeres compran el lodo y luego preparan las galletas en lugares como Fort Dimanche, otro sector marginado, para venderlas en la calle o en los mercados.

El barro para cocinar 100 galletas cuesta 5 dólares? aseguran quienes las preparan. En ese comercio, en donde dos tazas de arroz se venden ahora a 60 centavos de dólar, 10 centavos más que en diciembre y 50 por ciento más que hace un año, la arcilla comestible no escapa a la inflación y su precio ha subido casi dólar y medio en el último año.

Marie Noel vende galletas de lodo en un mercado para alimentar a sus siete hijos. Su familia también las come. "Espero tener algún día lo suficiente para alimentarme bien y dejar de comer esto. Sé que no es bueno para mí ni para mis hijos", dice.

Quienes las han probado dicen que las galletas absorben toda la humedad de la boca apenas tienen contacto con la lengua, y que el sabor a tierra permanece intacto en el paladar durante horas.

Los expertos afirman que los efectos de comer lodo pueden ser variados, y que su valor nutricional es escaso o nulo. Gerald Callaghan, de la Universidad Estatal de Colorado, aseguró que, si bien la tierra puede contener parásitos mortíferos o toxinas industriales, también puede suministrar calcio a las mujeres embarazadas.

Haití es una de las naciones más pobres de América, que por añadidura se vio afectad el año pasado por huracanes e inundaciones que devastaron su frágil agricultura. La FAO declaró el estado de emergencia para la isla y para otras naciones de la región. Con todo, en ciertos sectores los alimentos han aumentado su precio hasta en un 40 por ciento desde el año pasado.




PUERTO PRINCIPE
AP

No creo que haya nada más que añadir, sino que se les quiere.




JO

1 comentario:

Hik... dijo...

Dios mio, esto es horrible, a quien no hace re valorar su percepcion de lo que tiene? por dios, tambien ley de un tubo que puede purificar el equivalente a un vaso de agua, parar donde no ''existe'' el agua potable!
estoy como tan Oo. Dios!