lunes, 12 de febrero de 2007

EL ETERNO RETORNO

Porque no tengo más remedio que ser de tu alma,
Porque mis ojos no quieren ver sino los tuyos,
Mi paz corre en tu búsqueda
Y te atrapa por algunos momentos para mi.

Ya no eres el que fuiste, los que fuimos,
Ahora eres hoz, y yo sembrado
Quiero evitarlo, quiero correr
De ahí que te tenga que dividir mi vida en antes y después,
Y decida no ajustar mi tiquete a tu itinerario.

Del otro he leído que ahora ama,
Yo no hago parte de esa historia pagana, mal habida.
Solo queda la sangre que derramaré en su tumba por mi muerte
Y los trozos de poeta que quedaron después de la explosión.

Si escuchas bien, son las voces del pasado las que me llaman a buscarte de nuevo.
Pero es la soledad la que se me hace más apetecible,
¿De qué sirven las voces de aliento con siete años de retraso?
Hoy soy otra y le pertenezco al único que desconoce mi existencia.

Qué triste es conocer el amor cuando este se acaba.
Duele demasiado el cuerpo, los tendones, las venas, el corazón.
Tengo algunas palabras guardadas para el otro,
Pero ya no tiene sentido pensarlas, ni saberlas.
Sólo quedamos tu recuerdo y yo a solas,
Y la certeza de que amé con dicha,
Lástima que no sea a la persona que podría darme todo,
Sino a ti, sombra de mí, mi media vida.

JO

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