viernes, 10 de septiembre de 2010

Demonioss!!

Eres el único camino al que es más facil llegar que irse.

Deja de dejarme pedazos de tí por todas partes... me duelen los pies de tropezarme con fotos, miradas, palabras, momentos, recuerdos y muchos mañanas que andan rondando. No los quiero, en serio.

No digo ya que me quiero despedir, porque eso duele mucho y prefiero simplemente sucumbir como siempre.

Maldita adicción, que llegó a mi vida vestido de paño hace ya demasiado tiempo y no ha querido irse.

Ya no te ruego más, no más... quédate y destroza el mundo para crear el que quieres.
Me rindo.

He leído el manual para dejarte. Un paquete gigante de papeles inservibles, como las demandas que lees. He seguido al pie de la letra cada una de las reglas, con la esperanza de que por fin te vayas, de que pueda ser normal y feliz, y ¿Para qué? Para encontrarme nuevamente con los pedazos de tí que estratégicamente has dejado para que me hechicen.

Apelo al cero que es tu cordura para que seas tú el que determine esto. Estoy cansada de caminar en círculos. Ahora soy tan diferente, pero tan igual contigo. Eres el último resquicio de locura que no está bajo mi control. Necesito, te ruego, que me la entregues completa.

Te soy sincera: siempre fue divertido jugar este juego. Un poco tú, un poco yo, tire y afloje, dando y recibiendo, sonriendo sin sonreir, amando sin amar, tocando sin tocar y luego tocando. Ya no me divierte, ha dejado de ser un juego, desde tus propias palabras y yo sólo quería jugar; así que si te vas a poner serio, al menos no juegues con mi mente.

¿Por qué un poco sí y luego un poco no? Yo no quiero un poco sí, quiero un no, rotundo y sublime, porque yo ya no puedo decirlo. Simplemente no puedo. Tu eres mi único sí y lo sabes, así que piénsatelo y vete, ya que puedes.

He cambiado y eliminado todo lo que te gustaba de mí, todo lo que hace un tiempo dijiste que querías... todo. He llevado este cambio hasta la más extrema mutilación y allí sigues, adicto como yo, dopado como yo, riéndote de mis pasos del manual inútil. Tienes razón, como siempre, maldito seas, no sirve, no lucho más. Ganaste o perdimos, lo que te vaya mejor.

Ahora camino tus caminos, porque así lo planeé cuando me gustaba el juego. De eso no tengo salida. Y tú aprovechas para buscarme como siempre, con excusas, con juegos, con risas. Tu mismo has dicho que no es un juego, has dicho que me relaje y que espere. No, chinito querido, no te espero, no quiero, no me interesa. No busques lo que no llegará, porque seguramente cuando cumplas tu palabra seguiré adicta a tí, pero no encontrarás lo que buscas y ya tienes.

¿Sabías que hay otras historias paralelas a la nuestra? ¿que giran otros en nuestras órbitas y que esos dos que sonríen cada vez que veo esa maldita foto no son los mismos? Despierta, reacciona y deja de decir que me quieres, te lo suplico. Deja de reventar todos los globos de esta fiesta, no más palabras de amor, ni seriedades a medias, ni dejarme la batuta en mi mesita de noche para que yo dirija la orquesta.

Ya no sé qué es peor, esa indiferencia loca de hace unos años o la atención que me tienes ahora. Esta es una jugada culpable, la anterior al menos era egoista y solitaria. Ahora todo me sabe a tí, antes eras un rayo que me dejaba petrificada en la mitad de la nada. Ahora te conviertes en humo y andas a mi lado caminando, antes eras el fuego en la mitad del invierno.

Deja de ser mis días de lluvia, mi música, mi trueno en la tarde.
Aleja de mí el sonido de tu voz
Déjame perder a mi musa
Camina solo un rato... miente y dime que en un rato vuelves.


Jo

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