BUENOS DÍAS, NOCHE
Llevo una felicidad prestada a cuestas... dices tu.
Mis alegrías no deberían incluirte, no deberían tocar tus nervios tensos,
pero apareces a voluntad, como si la magia te trajera
en el momento en que mis manos buscan la libertad con todas sus fuerzas.
Está escrito: debes irte a pesar de las sonrisas que me traes,
felicidad malhabida y culpable, irrestricta, irreverente.
Estoy alivianando mi cuerpo para poder elevarme...
Llevo una felicidad prestada a cuestas... dices tu.
Mis alegrías no deberían incluirte, no deberían tocar tus nervios tensos,
pero apareces a voluntad, como si la magia te trajera
en el momento en que mis manos buscan la libertad con todas sus fuerzas.
Está escrito: debes irte a pesar de las sonrisas que me traes,
felicidad malhabida y culpable, irrestricta, irreverente.
Estoy alivianando mi cuerpo para poder elevarme...
déjame ir.
Pero no, vuelves. Mi teléfono reconoce tu tonada, a pesar de haber sido borrada hace tanto y tantas véces.
Ya te he dado un comando, muerte desobediente!
Vete. Permíte a este cuerpo casi transparente la dicha de volver al lado del color.
Falta tan poco.... y vuelves...
El demonio que eres y serás controvierte mi fe,
como siempre, muerte indomable, cuestionas mis nuevas determinaciones,
seduces mis sentidos y juegas con mis pilares.
No más, calavera de ojos verdes,
mi voluntad cuando flaquea se reverdece,
y desde ayer he puesto un muro más alto,
para que sólo el Guardián de mi Luz entre.
Lo siento. Tu invitación a mi caverna expiró hace tiempo, cuando feneció la primavera y con ella tu esperanza.
JO
Pero no, vuelves. Mi teléfono reconoce tu tonada, a pesar de haber sido borrada hace tanto y tantas véces.
Ya te he dado un comando, muerte desobediente!
Vete. Permíte a este cuerpo casi transparente la dicha de volver al lado del color.
Falta tan poco.... y vuelves...
El demonio que eres y serás controvierte mi fe,
como siempre, muerte indomable, cuestionas mis nuevas determinaciones,
seduces mis sentidos y juegas con mis pilares.
No más, calavera de ojos verdes,
mi voluntad cuando flaquea se reverdece,
y desde ayer he puesto un muro más alto,
para que sólo el Guardián de mi Luz entre.
Lo siento. Tu invitación a mi caverna expiró hace tiempo, cuando feneció la primavera y con ella tu esperanza.
JO
No hay comentarios.:
Publicar un comentario