MIENTRAS ESPERO
No me gustan los días soleados,
traen remembranzas de la noche que fue, de la próxima,
no son más que fantasmas de los recuerdos que trae la Luna...
Palidezco... me pierdo...
Sólo titilan tus últimas palabras, que revolotéan en mí como dichas frente a mi nariz,
las sonrisas, los abrazos y los murmullos sólo tienen la abstracción de tus letras,
la musa de todas las musas, la inspiración de lo infinito aguarda luego de los días soleados
y tú con ella.
Volar no es suficiente,
porque el lento trasegar de las horas no permite que la altura me ilumine,
sólo deseo que el tiempo pase y empuje al sol al más oscuro de los montes.
Te deseo, Luna, más que nunca.
Escribirte en este teclado lleno de líneas
no es más que un ejercicio decadente para esperar,
a que un armagedon de estrellas ilumine la bóveda celeste
para contemplarte y dejar que mis manos recorran los laberintos de tu rostro.
JO
No hay comentarios.:
Publicar un comentario