Estoy simplemente cansada del rencor y de pensar tanto en cosas y personas que hace mucho se fueron o los fui.
Se me ha convertido en una adicción maligna: pensar en los muchos modos en que eventualmente demostraré mi desprecio por aquellos que me hicieron mal, sentir dolor cuando sé algo de esas personas o cuando no quiero saber algo de ellas y ellos. No más. Estoy cansada.
He iniciado una cruzada, mi cruzada final contra el rencor. Deseo con todo mi corazón que a todos les vaya bien y no tener que pensar nunca más en ellos. Sí, no soy perfecta y no iré a abrazarlos o a decirles mil cosas como si fuera alcohólico en época de redención. Sólo no quiero pensar más en el tema, así que tomo mi caverna como cubo de basura para escribir estas últimas líneas y dejarlo ir todo.
Lo que fue, fue. Ahora no tengo suficiente tiempo como para seguir dándole vuelta a este asunto.
Adios, rencor. Compañero de batalla. Te dejo mis armas. Haz lo que quieras con ellas, porque ya no las necesito.
Jo
Mostrando las entradas con la etiqueta Liberación. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Liberación. Mostrar todas las entradas
jueves, 24 de enero de 2013
martes, 27 de marzo de 2012
Sobre los sueños cumplidos
Bien, limpiemos este álbum/colcha de retazos. ¿En qué íbamos?
Como ya no debe extrañarme, todo se pone patas arriba y arriba y abajo pierden completa validez como conceptos. Lo que dije que era mi centro de des-con-centra y lo que no parecía posible ahora es cotidiano.
Sé que siempre pedí una vida extraordinaria. Mientras otros oraban a su dios de elección solicitando dinero, salud, juguetes o cualquier otra cosa, yo sólo pedía "quiero una vida extraordinaria". Hasta el momento has cumplido, querido, y a veces nos vamos sobreactuando, ¿no te parece?
Desde hace un año decidí volverme empresaria. No es una tarea fácil, es un aprendizaje del cerebro, los pies, el corazón y el espíritu. Es olvidar que otros te darán el camino y simplemente trazar uno y esperar que sea el mejor; si no lo es, esperar darse cuenta pronto. Este ha sido un ejercicio conjunto (menos mal), y estoy acompañada de otros 4 hombres y mujeres tan despistados y asustados como yo. ¡Qué extraño es caminar en las sombras, disfrutarlo, pero siempre pensar que hay un abismo al siguiente paso.
Afortunadamente, las cosas han mejorado y esto conlleva nuevas "sombras por las cuales caminar". Andar hacia nuevas cuevas, encontrando nuevos dragones, y forzándose a eliminar cosas que quitan espacio o agregan peso. Decir muchos adioses y abrir la puerta a nuevos "hola".
Mi cueva, la real, era compartida. La compartía en familia, como negándome a la aventura de crecer por física comodidad, pero uno de los dragones fue precisamente la comodidad y ahora afrontaré esta nueva cueva, real y con paredes, para poner en ella todas mis incomodidades y convertirla en un hogar.
Emoción, terror, crecimiento, y una sensación de irrealidad se han apoderado de mí, lo que siempre me ha generado ansiedad. Oh, la ansiedad de una vida extraordinaria que se aproxima.
Qué contradictorio que sea en la mitad de mi vida que decida empezar a vivir.
Jo
PD: Adiós a las armas, a los juegos, a los fuegos fatuos. Adiós al demonio pretencioso y al sobrevalorado, adiós recuerdos, hola sueños por soñar.
Etiquetas:
Atenea,
Decisiones,
Demonio,
Felicidad,
Liberación,
Miedo,
Olvido,
Placeres,
Respuestas
miércoles, 14 de diciembre de 2011
No es usted...
Soy yo.
La que no comprende cómo funciona el mundo,
y si está dividido en dos o en cien.
Soy la que se hace preguntas cuando nadie quiere respuestas,
aquella flor que a nadie le importa
y que se pisaría a sí misma... si tan sólo...
No es usted,
porque usted no quiere caminar, ni sentarse,
sólo desea la vida resuelta y la comodidad de una mente vacía.
Tonta de mí, que creí en el cambio y la mejora,
en las gráficas de mil colores.
Pensé que era posible taladrar su cerebro, cuando olvidé mis herramientas.
No es usted el que erró.
Las equivocaciones son intentos con intención de ganar
en una competencia de la que usted no quiere hacer parte.
Humildemente me disculpo, pues he sido yo
quien ha querido elevar su espíritu
sin haberlo encontrado.
No se esconda, no le haré daño,
dejaré la inmensidad del universo escondido en mi falsa modestia,
para que usted esté seguro de que ha quedado intacto,
y que su mediocre existencia es la correcta,
mientras pocos tomamos de la mano a Atenea
para luchar batallas indiferentes,
y alcanzar conocimientos irrelevantes,
construyendo mundos invisibles
a los ojos de entes que, como usted,
no necesitan merecer, sino morir.
Jo - Disappointment
Etiquetas:
Atenea,
Decepción,
Liberación,
Odio,
Sick Sad World,
Vainazos.,
WTF
domingo, 17 de julio de 2011
Algunas reflexiones sobre la discriminación
Sí, yo discrimino. Y no "lo confieso", porque no me parece un oscuro secreto. Sólo lo comento para que luego de leer estas líneas no se dé la falsa sensación de que yo hablo desde un punto de vista angélico que raya en la perfección. No es así.
Discrimino a los que considero mediocres, en general: música mediocre, libros mediocres, amigos mediocres, profesionales mediocres, amantes mediocres... todo lo que medianamente me huela a falta de esfuerzo injustificado y repetitivo, o de cerebro en cualquier contexto, me desespera. Me molestan los seres humanos que no luchan por su propia perfección... si se esfuerzan y no lo consiguen, ya son dignos de mi respeto.
Sin embargo, a quienes más discrimino es a aquellos que discriminan por ignorancia, lo que hace que su discriminación sea de la más absoluta mediocridad y refleje una oscura envidia hacia aquello que discriminan. Sobre esa discriminación quiero reflexionar un poco.
Me divierten los estereotipos y lo que pueden hacer en el alma humana: pueden generar sentido de pertenencia y familiaridad alrededor del mundo o pueden despertar odios sinsentido y relaciones maliciosas. Siempre me han divertido, porque creo que he roto todos los míos.
Me sorprende que piensen aquellos que discriminan con ignorancia que a los "discriminados" les interesa lo que el discriminador piensa de ellos. A menos de que exista algún tipo de relación de poder, el discriminador lo único que hace es el ridículo; sin embargo, se regodea de su acto discriminante, como si ello le ofreciera un poder absoluto de demolición de la imagen del otro. Refuerzan su visión de sí mismos a través de la ridiculización del otro y así desean ganar aceptación ajena... Me pregunto: ¿ahora quién se ve patético?
Otro fenómeno especialmente interesante es la discriminación por parte de personas que han sido brutalmente discriminadas por otros. Se explica fácilmente a partir de la teoría del reforzamiento del yo mediante el menosprecio del otro, pero me incomoda cuando este tipo de discriminador reconoce en sí mismo las marcas que hace la discriminación por ignorancia, y aún así busca destruir a otro por la invalidación discriminatoria.
Supongo que esta es una muestra más de que los humanos erramos sin pensar mucho, a pesar de regodearnos de nuestra naturaleza de homínidos "pensantes". La discriminación es el acto desesperado más grande que llevan a cabo las personas para buscar "pertenecer" mediante un esquema de "nosotros" y "los otros" llevado a niveles negativos.
A mí este tema me interesa porque acaba con otros, no porque me afecte a mí. Así que, si usted es uno de esos lectores que adora poniendo rótulos despectivos a los demás para reformar su propia estupidez, le pido que reflexione y que se entere de que a personas como yo, que hemos recibido estereotipos desde el nacimiento, lo que usted diga no nos hará sentir menos que usted, sino que nos hablará directamente de sus propias debilidades.
Jo
Etiquetas:
Atenea,
Liberación,
Odio,
Respuestas,
Sick Sad World
viernes, 3 de junio de 2011
Cosas que no entiendo
1. No entiendo sociedades para las que las siguientes cosas están bien:
a. Matarse de hambre
b. Hacer que niñas pequeñas se pongan dientes postizos (entre otros postizos) para concursar por tiaras y dinero
c. Ser corrupto y declararse inocente teniendo todas las pruebas en contra
d. Jugar con el dinero de la salud de otros
e. Decir que uno es ignorante porque "le da pereza" y reír al respecto como si fuera normal
f. Segregar a otros por ser diferentes sin darles la opción de ser escuchados.
2. cómo alguien puede decir que ama a una persona haciéndole daño
3. por qué los que están más cerca son los que menos se alegran de los triunfos de sus "seres queridos"
4. por qué la gente ama tanto los juegos en los que dañar a otros da puntos
5. por qué hay personas que reafirman su ego maltratando a otros.
6. por qué hay personas que acaban hasta su autoestima sólo por estar con otra persona
7. por qué a la gente le encanta meterse en asuntos ajenos y no son capaces de dedicarse a los propios.
8. por qué ahora la tendencia es mostrar todo lo que hacemos, como buscando una celebridad que no hemos ganado.
No sé, quería quejarme
JO
Etiquetas:
Liberación,
Vainazos.,
WTF
jueves, 10 de marzo de 2011
Tejiendo sin rueca
Cuando pequeña siempre jugaba a lo mismo: iba en una máquina del tiempo y caía sin querer en una época específica; a veces, era una gran dama medieval (viuda, claro, para que pudiera hacer algo) y hacía una fiesta de máscaras; en otras ocasiones era una aldeana de la época de la ilustración que tenía acceso a una gran biblioteca. Cuando tenía vestidos suficientes, invitaba amigas a jugar, pero en su mayoría (y como buena hija única) jugaba con seres sacados de mi imaginación. Sacaba el candelabro, le ponía velas y PUM, había aterrizado en un nuevo lugar.
Sin embargo, con el tiempo jugar a los viajes en el tiempo fue pasando a un segundo plano y mi máquina del tiempo se quedó en la casa donde mis papás se divorciaron, llena de polvo. Sólo quedaron algunos de mis amigos imaginarios en mi cabeza, llamándome para jugar, mientras yo los esquivaba con una montaña de trabajos de universidad urgentes, llamadas de amigos y miles de sueños de "niña grande" que solemos llamar Proyectos.
Un buen día, más o menos cuando cumplí 20 años, recordé que me gustaba viajar por el tiempo y me dí cuenta que tal vez no necesitaba mi máquina para hacerlo. Resulta que en mis viajes de pequeña aprendí a bordar, porque una anciana sabia (tal vez mi profesora de manualidades del colegio) me había enseñado. Tomaba el tambor y tensaba la tela, me ponía solita en posición de señorita bien educada y bordaba por horas, muy mal por cierto. Así que cuando pude me compré nuevamente tambores, hilo, tela y aguja y empecé a pintar un paisaje con hilos... primero el verde, luego el rojo, después el púrpura y así, siguiendo los puntos de referencia del modelo. Así comenzaron mis pequeños nuevos viajes en el tiempo a partir del bordado.
Alguna vez aterricé en un monasterio de la Edad Media y usé una rueca, seguramente se quedó dentro de la máquina del tiempo en la que pasé momentos muy felices de mi infancia. Ahora al menos unas horas a la semana me pongo mi tambor en las manos, tenso la tela y vuelvo a empezar un nuevo viaje, a ver si tal vez me encuentro la rueca en uno de ellos.
Afrodita
(Por sugerencia y porque quiero que mi buen amigo Altais escuche de primera mano cómo sucedió)
Etiquetas:
Afrodita,
Felicidad,
Ground Zero,
Historia,
Liberación,
Magia,
Nostalgia,
Pasatiempos,
Placeres,
Respuestas
lunes, 7 de marzo de 2011
Reflexiones sobre los sueños ajenos
He notado algunos cambios en las actitudes de mis amigos. Algunos tienen cambios radicales en sus sueños, los posponen o eliminan, otros simplemente se convirtieron en otras personas. Hace parte de crecer, dicen. Les creo.
Sin embargo, algunos de sus sueños o de sus realidades las quieren convertir en leyes inequívocas de crecer y en símbolos indiscutibles de felicidad. Ahí es cuando difiero. No tengo nada en contra de que la gente cambie de parecer o de que tenga metas y sueños, pero no es necesario imponerlos a otros como una obligatoriedad sólo porque ellos lo sueñan o lo consiguen. Algunos ejemplos son los siguientes:
"Uno debe enamorarse": sí, enamorarse es delicioso, pero no, no es obligatorio. Conozco muchas personas (entre las que me cuento) que cuando no estuvieron enamoradas estaban felices. Enamorarse no es señal inequívoca de felicidad y lo justifico con muchos ejemplos de personas que sufren cada momento de estar enamorado y pierden mucho más de lo que ganan.
"Uno debe viajar": Cada destino es distinto. Yo siempre he pensado que viajar es símbolo de aprendizaje, de enfrentarse con uno mismo y salir de la zona de confort, pero eso no indica necesariamente ser feliz. Tan es del conocimiento común que viajar puede (repito: puede) ser una buena idea, como que cada vez que uno viaja llega más cansado, si es que llega.
"Uno debe casarse": Ay Dios, con esta es con la que más he tenido que lidiar. Amigos que están desesperados por casarse con lo primero que pase, o aquellos que ya están casados y viven en la búsqueda de nuevas víctimas solteras que sucumban a este cliché. Quiero que quede esto muy claro y lo digo de corazón: SI UNO SE CASA PORQUE TOCA, SE DIVORCIA AL AÑO. Casarse porque "toca poner la foto en Facebook" mostrando una sonrisota y con cero idea de porqué se casa es el mayor error que puede hacerse. Es un sueño transformado inmediatamente en pesadilla. Sr. Lector: si usted es de los que dice que su sueño es casarse, le pido que lo revalúe, porque el sueño no debería ser casarse, sino casarse con alguien en específico.
"Uno debe hacer mucho dinero": esta es la mayor espada de Damócles. Todos queremos dinero, pero acabar con la salud propia, con sus relaciones y con todos los demás aspectos de su vida por el sueño de tenerlo puede ser el comienzo de un triste fin o de muuuuchas disculpas a muchas personas. Conozco a un hombre, un hombre muy inteligente, que ha perdido a su familia, su dicha, su sonrisa y hasta su ética por el dinero; lo triste es que cuando uno pregunta para qué quiere dinero, su respuesta es que la quiere "para que él y su familia sean felices". Deja mucho qué pensar.
"Uno debe tener hijos": ¿Han visto a estos papás que le dicen a los solteros "debería animarse" o "no hay felicidad más grande que tener un hijo"? Esos mismos que ponen fotos divinas de sus angelitos en todas las redes sociales, portarretratos y salva pantallas posibles, son los que no han dormido una noche tranquilos desde que su angelito nació por los gritos, enfermedades o gastos que acarrea este riesgoso sueño. Atención: no he dicho que tener hijos sea malo, pero, por favor, no vendan la idea de que es lo mejor del mundo, porque así no hayamos tenido hijos jamás, los solteros sabemos que eso no es ni fácil, ni alegre todo el tiempo. Guárdense sus delirios de felicidad para el terapeuta, que la verdad es que tener hijos es más un reto que un sueño.
"Uno debe adelgazar": en este hemos caído todos, yo principalmente. Se dice en todos los círculos que ser gordito le quita a uno empleos, oportunidades, novios, novias, salud y tiempo. Ahora, la verdad ya no me importa que me vean flaca o gorda, me importa sentirme bien. ¿Por qué? Porque las flacas no consiguen mejores empleos, ni novios, ni oportunidades porque son flacas, sino porque se sienten bien consigo mismas. Somos muchas las gorditas bien amadas y con muchas oportunidades, no porque la gente nos vea flacas por alguna brujería, sino porque el tema no es ese. Hay flacas solas y desempleadas también. Es una cuestión de actitud. Para lo único que es bueno adelgazar es para la salud, y sí, eso sí es una meta, pero no debe ser un sueño. Dejen de insistir con eso.
Bueno, eso es todo por el momento en el mundo de los desahogos. Espero que los que lean lo piensen mejor antes de adherirse a los sueños de los demás. Usemos nuestras fortalezas para encontrar nuestros sueños y les deseo desde ya que, si son sus sueños originales (con Copyright) los cumplan y sean felices.
Atenea
Making Dreams Come True
Etiquetas:
Atenea,
Decisiones,
Felicidad,
Jugarretas de Morfeo,
Liberación,
Magia,
Placeres,
Respuestas,
Sick Sad World,
Vainazos.
miércoles, 19 de enero de 2011
Una Revolución en mi cabeza
La otra del espejo se ha ido y me ha dejado una pista.
Me siento llena del vacío que ha dejado, de las posibilidades.
Esta larga conversación de monólogos ha llegado a su fin
y me ha entregado la llave en un sobre matemático.
Cada capítulo de la otra fue escrito sobre mi piel,
las laceraciones y las caricias, las lágrimas y las horas,
todas plasmadas, recortadas, recordadas,
ahora son polvo, como parte de la promesa de la Muerte.
He tenido una revelación, ahora que veo el espejo vacío:
el hondo infinito que somos puede ser destruido y recompuesto,
la otra me ha pedido que la persiga y me ha dejado sus pasos
allá, en el espejo, donde puedo verlos y no seguirlos,
tonta de mí, sí, de la otra, no recuerda que sólo es reflejo.
Vete, otra de mí, a caminar por ese mundo quimérico,
ya he hecho mis paces con esta que soy ahora.
Mis ojos ven lo mismo, pero observan diferente,
todas las opciones me acompañan y florecen,
tú quédate con eso hermoso que fue y ya no es.
El futuro es demasiado grande en las manos de la realidad,
como para echarlo a perder con los reflejos del pasado.
Jo - Afrodita y Atenea
Etiquetas:
Afrodita,
Atenea,
Felicidad,
Jugarretas de Morfeo,
Liberación,
Perséfone,
Placeres,
Poesía,
Respuestas
jueves, 14 de octubre de 2010
Tiempos de Paz
Declaro un armisticio.
Estos son los tiempos de paz de los que habló tanto mi abuela. Los momentos que uno le roba a la vida para que el paso vaya despacio y los pulmones se llenen de aire. He vuelto a la tranquilidad del cielo nublado, que sólo invita a desaparecer entre sueños.
Me preguntaban hoy qué quiero ahora, cuál es el siguiente paso para mi vida emocional. ¿Saben qué? No tengo idea y no me interesa saberlo. Creo que no necesito preguntármelo.
Mi nuevo amor se llama finanzas. Sí, yo sé, in-cre-i-ble. Las amo. Contra las matemáticas no hay debates, ni preguntas, ni interpretaciones. La duración modificada anual es 0,1420; no tengo que preguntarle cómo se siente, bajo qué contexto se generan los números, si hay que negociar con personas para que eso dé así. Simple. Tranquilo.
Yo toda la vida he comprado "Libros porque sí". Normalmente eran novelas históricas o libros de poesía. Ahora compré uno de valoración del riesgo y no me cambio por nadie. Tanto por leer y ver...
Las matemáticas son como el amor puro porque así pasen muchos años no cambian. Su estabilidad inalterable las convierte en un refugio.
Mi segundo amor se llama tetris por estos días. Es mi recreo y la forma de poner mi mente en blanco mientras caen los bloquecitos y puedo pensar en paz. Ya he vencido a la máquina en incontables ocasiones y cada vez me genera el mismo placer privado de victoria. Podría jugar por días sin siquiera notar el paso del tiempo, pero debo parar, porque el estudio me llama.
Mis amigos, no queda sino decir que mis planes van bien, que me estoy tomando con calma la vida y que la paz viene de adentro. Sólo me hacía falta una conversación para gozar completamente de ella y por fin la tuve.
Peace, dears... and SUIT UP!!
Etiquetas:
Felicidad,
Gente Genial,
Liberación,
Placeres,
Tú
sábado, 9 de octubre de 2010
Uno hace planes y Dios se ríe
Esa es la frase de la semana. Dicha por Legui frente a mis polluelos el viernes y más cierta imposible.
Al estar enferma y en cama pude ver muchas cosas, entre ellas las temporadas que me hacía falta ver de How I Met Your Mother. Un podría preguntarse: ¿qué coños puede explicarle a uno una serie? Bueno, esta, de todo.
Primero están las bromas maravillosas, el listado de cosas que uno no puede hacer al cumplir 30, el salto, las embarradas que uno comete por miedoso y las que hace sin pensar; también la importancia de estar en el momento correcto a la hora correcta.
Además, me ayudó a ver mi historia en perspectiva. ¿Qué le diré a mis engendros cuando sea grande y les cuente la historia de cómo conocí a su padre? Será una historia llena de errores, claramente, y como Ted muchos pasarán como si lo fueran, pero no. Historias de alegría, arrepentimiento, tristeza y decepciones llenas de aprendizajes.
Al final de la temporada 4, Ted cumple 31 y dice "fue el peor de mis años: en el que me dejaron plantado en el altar, perdí mi empleo, hice una empresa que quebró y me pateó el trasero una cabra, pero ahora lo recuerdo como el mejor de mi vida porque me llevó a conocer a su madre". Me sentí taaaan identificada.
Tal vez en mi temporada X, capítulo X, contaré como antes de cumplir 30 me dejaron por otra, me botaron de mi empleo, estuve en urgencias 4 veces, me cortaron el cabello con podadora, me metí en una locura de romance al ritmo de reggeton, me dí cuenta de que mi primer príncipe es un sapo venenoso (again), ví a mi mejor amigo casi morir en mis brazos, estalló una bomba en mi casa, casi caigo en la quiebra y, aún así, es el mejor año de mi vida porque aprendí a dar el gran salto, a arriesgarme, tuve el mejor empleo del mundo y me dio las puntadas para convertirme en esa persona que contará la historia de su vida a sus polluelos propios.
Uno hace planes y Dios se ríe. Yo había planeado otra cosa: a mis 30 debía tener un empleo con más de 6 ceros en el cheque todos los meses, debía usar sastre más de lo necesario, ser una erudita, una autoridad, haber viajado por el mundo entero y tener un listado de affaires más largo que el de Barney S.. Poco de esto ocurrió. Todo salió más o menos al revés, pero la sonrisa sigue intacta. Al final, sólo queda lo divertido del viaje y lo que he aprendido. Lo principal: he aprendido a aceptar, a perdonar, a soltar las cosas para que no sea Dios, sino yo la que ría de los planes, porque nada puede controlarse.
Pero soñar no cuesta nada.
Jo
Al estar enferma y en cama pude ver muchas cosas, entre ellas las temporadas que me hacía falta ver de How I Met Your Mother. Un podría preguntarse: ¿qué coños puede explicarle a uno una serie? Bueno, esta, de todo.
Primero están las bromas maravillosas, el listado de cosas que uno no puede hacer al cumplir 30, el salto, las embarradas que uno comete por miedoso y las que hace sin pensar; también la importancia de estar en el momento correcto a la hora correcta.
Además, me ayudó a ver mi historia en perspectiva. ¿Qué le diré a mis engendros cuando sea grande y les cuente la historia de cómo conocí a su padre? Será una historia llena de errores, claramente, y como Ted muchos pasarán como si lo fueran, pero no. Historias de alegría, arrepentimiento, tristeza y decepciones llenas de aprendizajes.
Al final de la temporada 4, Ted cumple 31 y dice "fue el peor de mis años: en el que me dejaron plantado en el altar, perdí mi empleo, hice una empresa que quebró y me pateó el trasero una cabra, pero ahora lo recuerdo como el mejor de mi vida porque me llevó a conocer a su madre". Me sentí taaaan identificada.
Tal vez en mi temporada X, capítulo X, contaré como antes de cumplir 30 me dejaron por otra, me botaron de mi empleo, estuve en urgencias 4 veces, me cortaron el cabello con podadora, me metí en una locura de romance al ritmo de reggeton, me dí cuenta de que mi primer príncipe es un sapo venenoso (again), ví a mi mejor amigo casi morir en mis brazos, estalló una bomba en mi casa, casi caigo en la quiebra y, aún así, es el mejor año de mi vida porque aprendí a dar el gran salto, a arriesgarme, tuve el mejor empleo del mundo y me dio las puntadas para convertirme en esa persona que contará la historia de su vida a sus polluelos propios.
Uno hace planes y Dios se ríe. Yo había planeado otra cosa: a mis 30 debía tener un empleo con más de 6 ceros en el cheque todos los meses, debía usar sastre más de lo necesario, ser una erudita, una autoridad, haber viajado por el mundo entero y tener un listado de affaires más largo que el de Barney S.. Poco de esto ocurrió. Todo salió más o menos al revés, pero la sonrisa sigue intacta. Al final, sólo queda lo divertido del viaje y lo que he aprendido. Lo principal: he aprendido a aceptar, a perdonar, a soltar las cosas para que no sea Dios, sino yo la que ría de los planes, porque nada puede controlarse.
Pero soñar no cuesta nada.
Jo
Etiquetas:
Decisiones,
Felicidad,
Gente Genial,
Ground Zero,
Liberación,
Pasatiempos,
Tele,
Tú
jueves, 30 de septiembre de 2010
Novedad
Tengo la tendencia a evocar la historia constantemente. Me acompaña en cada momento, me abriga en las noches, me despierta en las mañanas. Cada evento nuevo está conectado de forma lógica con el pasado, con lo que sucedió y lo que pudo suceder. A veces me atormenta pensar en tantos recuerdos míos y ajenos; en otros momentos me recuerda de qué estoy armada y me da un minuto de paz. Como si esta vida tuviera cimientos, pienso ingenuamente.
Pero no, resulta que la novedad existe. Yo creí que se me había embolatado la capacidad de asombro. Alguna vez se lo dije entre lágrimas desesperadas a mi ex, en serio angustiada porque notaba que todo era una repetición que llevaba a la muerte. No había más, todo había sido inventado: nacer, crecer, hacerse adulto, casarse, reproducirse y morir. Y sí, puede ser cierto, pero el asombro no se muere... es uno quien no lo ve.
Oficialmente he recuperado mi capacidad de asombro, y creo que el de todos los que han escuchado mis últimas historias. La lógica, tan tranquila, tan segura, tan amable, se ha ido sin una nota, sin un cariñito, y un día me levanté y todo era novedoso. Recuerdo a Matrix: todo exáctamente igual pero tan diferente. Ya hasta la comida me sabe diferente. La ropa me queda igual, pero no reconozco a la persona del espejo. Simplemente no sé quién es, así que me presento: "mucho gusto" y me lavo los dientes. La piel se siente diferente, el sol ya no me molesta, los pies no duelen porque hace tiempo no tocan el piso. Pero eso no es lo mejor.
¿Se acuerdan que estaba rogando al Demonio que se fuera? Les cuento una novedad: yo lo lancé al vacío y no volverá. ¿Felices? Yo mucho más. Esa era una de las razones que me incitaba a pensar que ya no se podìa conocer nada más. Verán que no.
Ahora hasta mi libro me sabe diferente. Ya no quiero retener en él al Demonio. Para qué... si yo ya no lo tengo en mi mente. Tampoco quiero hacerle un homenaje a quienes ya no están. Por algo se van. Sólo uno, el Gran Recuerdo de mi Vida, se queda, el resto, se va a la venta de garaje. Ese era mi bendito bloqueo... el pensar que nada nuevo podía escribir. Ahora, que la novedad se ha tomado mi vida, no queda sino escribir de ella.
Tienen razón aquellos que dicen que uno debe conocer su historia para evitar repetirla, pero yo no habìa dado el paso a la segunda parte de la oración: "para evitar repetirla". Eso es lo que quiero que pase, que nada se repita... lo nuevo es tan maravilloso...
Ahora las conversaciones profundas me persiguen. El domingo fueron mis grandes amigas, hoy una amiga que es casi lectora de mentes. Lo divertido es que todas notaron el cambio, se alegran y lo celebran... y yo floto. Floto porque yo soy la novedad, porque todo lo que he vivido me hace bien y ellas lo saben. Bendito el día en que decidí dejar la demencia de hacer todo como lo dicta el libro. No, ahora todo se hace basado en la teoría del caos, así no sepa jugar, así pierda. Me divertiré en cada etapa del partido y volaré, porque ya lo hago. No tengo necesidad de licor, ni de cigarrillos, ni de costumbres, ni de excusas o dramas o faltas de decisión. Sólo decidir y ser. Por fin libre de mis propias sogas.
¿A quién le miento? Nunca he sido una persona para "sentar cabeza" para tomar un rumbo "para siempre". Perdón a aquellos que les dije que sí, en su momento lo consideré, pero mi espíritu es diferente. Mi espíritu es libre y se reta, a mi espíritu le gustan más los orgasmos intelectuales que físicos, no tiene gafas, no se sienta horas interminables frente a un televisor a ver cómo la vida se va generando estabilidad a otro que está más aburrido que yo. No puedo, lo siento muchísimo. Fue una mentira que me dije y te dije y lo siento.
Me creí una rebelde cuando me dí cuenta cómo funcionaba mi espíritu y quise esconderlo. Estos últimos 3 meses lo he escondido, pero una vez más quien me abrió la puerta a estas maravillas decidió lanzarme al vacío de la opinión pública. Quedé al descubierto, yo y mi novedad, pero no fui considerada una rebelde. Parece ser que todos sabían de qué estaba hecho mi espíritu antes que yo y sólo se regocijaron por la felicidad que ahora brilla en mí. Qué hermoso volver a la inocencia y a la pureza de la libertad del espíritu. A dejar de mentir y de esconder. Pude decir y ser mi verdad en todo mi esplendor y se siente de maravilla. Ya sé cómo se siente salir del closet. Yo salí de uno lleno de polillas, libros de historia y revistas de novias hace unos días y se siente delicioso.
Quedan 27 días para cumplir 30 años en este mundo y, si los cumpliera hoy, los recibirìa feliz, con todo el amor de mi corazón que ya no está roto y llena de la inmensidad de lo nuevo, de lo que jamás había probado y ahora es lo que me despierta en las mañanas y me da el beso de las buenas noches.
Jo
Pero no, resulta que la novedad existe. Yo creí que se me había embolatado la capacidad de asombro. Alguna vez se lo dije entre lágrimas desesperadas a mi ex, en serio angustiada porque notaba que todo era una repetición que llevaba a la muerte. No había más, todo había sido inventado: nacer, crecer, hacerse adulto, casarse, reproducirse y morir. Y sí, puede ser cierto, pero el asombro no se muere... es uno quien no lo ve.
Oficialmente he recuperado mi capacidad de asombro, y creo que el de todos los que han escuchado mis últimas historias. La lógica, tan tranquila, tan segura, tan amable, se ha ido sin una nota, sin un cariñito, y un día me levanté y todo era novedoso. Recuerdo a Matrix: todo exáctamente igual pero tan diferente. Ya hasta la comida me sabe diferente. La ropa me queda igual, pero no reconozco a la persona del espejo. Simplemente no sé quién es, así que me presento: "mucho gusto" y me lavo los dientes. La piel se siente diferente, el sol ya no me molesta, los pies no duelen porque hace tiempo no tocan el piso. Pero eso no es lo mejor.
¿Se acuerdan que estaba rogando al Demonio que se fuera? Les cuento una novedad: yo lo lancé al vacío y no volverá. ¿Felices? Yo mucho más. Esa era una de las razones que me incitaba a pensar que ya no se podìa conocer nada más. Verán que no.
Ahora hasta mi libro me sabe diferente. Ya no quiero retener en él al Demonio. Para qué... si yo ya no lo tengo en mi mente. Tampoco quiero hacerle un homenaje a quienes ya no están. Por algo se van. Sólo uno, el Gran Recuerdo de mi Vida, se queda, el resto, se va a la venta de garaje. Ese era mi bendito bloqueo... el pensar que nada nuevo podía escribir. Ahora, que la novedad se ha tomado mi vida, no queda sino escribir de ella.
Tienen razón aquellos que dicen que uno debe conocer su historia para evitar repetirla, pero yo no habìa dado el paso a la segunda parte de la oración: "para evitar repetirla". Eso es lo que quiero que pase, que nada se repita... lo nuevo es tan maravilloso...
Ahora las conversaciones profundas me persiguen. El domingo fueron mis grandes amigas, hoy una amiga que es casi lectora de mentes. Lo divertido es que todas notaron el cambio, se alegran y lo celebran... y yo floto. Floto porque yo soy la novedad, porque todo lo que he vivido me hace bien y ellas lo saben. Bendito el día en que decidí dejar la demencia de hacer todo como lo dicta el libro. No, ahora todo se hace basado en la teoría del caos, así no sepa jugar, así pierda. Me divertiré en cada etapa del partido y volaré, porque ya lo hago. No tengo necesidad de licor, ni de cigarrillos, ni de costumbres, ni de excusas o dramas o faltas de decisión. Sólo decidir y ser. Por fin libre de mis propias sogas.
¿A quién le miento? Nunca he sido una persona para "sentar cabeza" para tomar un rumbo "para siempre". Perdón a aquellos que les dije que sí, en su momento lo consideré, pero mi espíritu es diferente. Mi espíritu es libre y se reta, a mi espíritu le gustan más los orgasmos intelectuales que físicos, no tiene gafas, no se sienta horas interminables frente a un televisor a ver cómo la vida se va generando estabilidad a otro que está más aburrido que yo. No puedo, lo siento muchísimo. Fue una mentira que me dije y te dije y lo siento.
Me creí una rebelde cuando me dí cuenta cómo funcionaba mi espíritu y quise esconderlo. Estos últimos 3 meses lo he escondido, pero una vez más quien me abrió la puerta a estas maravillas decidió lanzarme al vacío de la opinión pública. Quedé al descubierto, yo y mi novedad, pero no fui considerada una rebelde. Parece ser que todos sabían de qué estaba hecho mi espíritu antes que yo y sólo se regocijaron por la felicidad que ahora brilla en mí. Qué hermoso volver a la inocencia y a la pureza de la libertad del espíritu. A dejar de mentir y de esconder. Pude decir y ser mi verdad en todo mi esplendor y se siente de maravilla. Ya sé cómo se siente salir del closet. Yo salí de uno lleno de polillas, libros de historia y revistas de novias hace unos días y se siente delicioso.
Quedan 27 días para cumplir 30 años en este mundo y, si los cumpliera hoy, los recibirìa feliz, con todo el amor de mi corazón que ya no está roto y llena de la inmensidad de lo nuevo, de lo que jamás había probado y ahora es lo que me despierta en las mañanas y me da el beso de las buenas noches.
Jo
Etiquetas:
Felicidad,
Gente Genial,
Historia,
Liberación,
Placeres,
Tú,
WTF
lunes, 27 de septiembre de 2010
Implicaciones
Todas nuestras decisiones conllevan consecuencias. Hasta la ropa que nos ponemos en un día cualquiera, hasta irse a vivir al otro lado del mundo. Nada se salva de la relación de causalidad.
Yo siempre he sido muy conciente de las consecuencias de mis actos, pero eso no me ha hecho experta en mitigar riesgos. Casi siempre me equivoco en mis cálculos y cuando algo me sale bien me toca revisar muchas veces todos los pasos que llevaron a que eso se diera, con la oculta e ingenua esperanza de que se repita. Por supuesto, intento ignorar que nunca el agua pasa dos veces por el mismo punto, pero me hace sentir medianamente segura y medianamente feliz.
Sin embargo, existen raras, muy raras ocasiones, en que las consecuencias no solo son buenas, sino que superan grandemente mis más optimistas sueños. Y, para una mente controladora como la mía, cuando además de salir grandiosamente bien va en contra de toda lógica, una buena señal o un momento de éxito se convierte casi en una amenaza.
Estoy en un punto así. Es verdad que decidí hace unos meses pensar como el mercado y decir "laissez faire, laissez passer", pero no me imaginé, ni siquiera en mis sueños más optimistas, que todo se diera como se ha dado. Creo que mi suerte dio un giro porque dejé de sentir la necesidad de ser Dios y controlarla. Mira vos.
De haber sabido que esa sería la causa de mi tranquilidad, lo habría hecho hace mucho. Todo se mueve, todo cambia y muta, pero ya no me importa tanto. No digo que no me importa del todo, porque soy controladora y eso no lo cambia ni todo el agua de un tsunami, pero la verdad me importa muchísimo menos. Me estoy aceptando así como vengo y estoy aceptando mis situaciones así, como vienen, con valentía y absoluto desparpajo.
Hoy hablaba con una de mis grandes amigas, y mientras yo hablaba -sé que hablo mucho- fui desenredando todo. Mi angustia y mi fastidio eran frutos del miedo, consecuencia de haber decidido pensar que yo era mejor que el destino y que podía controlar a mi cerebro y a mi corazón. Ahora, como ya no tengo miedo y ya solté todo (o al menos, mucho) la vida ha decidido darme una cachetada más y demostrarme que realmente lo que yo consideré juzgable de mis actos no lo es tanto, que la gente es más benevolente conmigo de lo que yo lo soy con lo que hago, pienso y digo, y que es una absoluta boludez tratar de ser más inteligente que el tiempo y el espacio.
Pensé en los avances que ha hecho el Universo por mí: lo mucho que he acumulado en mi cabeza en tan poco tiempo. No, no he abandonado mis sueños por mis angustias, como lo hacía antes. Ahora lo asumo como partes del mismo mundo y funciona. Estoy absolutamente orgullosa de mis progresos, así vaya a pasos de bebé en los hombros de los grandes. Sí, aún soy una profesora torpe, aún debo inyectarme las matemáticas que no quise aprender, aún me toca hacer demasiados ejercicios para entender la mitad de lo que Juan Miguel habla borracho, pero no importa: mis alumnos me aman (hoy lo supe) ya entiendo con propiedad de lo que hablo y me siento libre, he enseñado cosas que considero valiosas y no me tiemblan las rodillas frente a 50 polluelos que se creen dueños del mundo. Espero que lo sean, de hecho.
Qué pequeño se ve el mundo cuando uno tiene los sueños claros. Qué tranquilas se ven las tormentas cuando sabes qué contiene tu barco. Qué maravilloso es el Universo cuando dejas de preocuparte por las consecuencias y simplemente las asumes con alegría. ¿Seré la mejor profesora del mundo? No tengo idea, pero eso sueño (así sepa que es imposible medirlo) ¿Tendré el lugar que quiero en mi tema? No tengo ni idea pero me encanta el camino para lograrlo. ¿Seguiré siendo feliz? Probablemente no, pero me encanta que uno aprenda de cada etapa lo que pueda. ¿Conseguiré saber todo lo que quiero? No, pero creo que aceptar que no llegaré a allá es un gran avance para alguien tan ególatra.
Yo siempre he sido muy conciente de las consecuencias de mis actos, pero eso no me ha hecho experta en mitigar riesgos. Casi siempre me equivoco en mis cálculos y cuando algo me sale bien me toca revisar muchas veces todos los pasos que llevaron a que eso se diera, con la oculta e ingenua esperanza de que se repita. Por supuesto, intento ignorar que nunca el agua pasa dos veces por el mismo punto, pero me hace sentir medianamente segura y medianamente feliz.
Sin embargo, existen raras, muy raras ocasiones, en que las consecuencias no solo son buenas, sino que superan grandemente mis más optimistas sueños. Y, para una mente controladora como la mía, cuando además de salir grandiosamente bien va en contra de toda lógica, una buena señal o un momento de éxito se convierte casi en una amenaza.
Estoy en un punto así. Es verdad que decidí hace unos meses pensar como el mercado y decir "laissez faire, laissez passer", pero no me imaginé, ni siquiera en mis sueños más optimistas, que todo se diera como se ha dado. Creo que mi suerte dio un giro porque dejé de sentir la necesidad de ser Dios y controlarla. Mira vos.
De haber sabido que esa sería la causa de mi tranquilidad, lo habría hecho hace mucho. Todo se mueve, todo cambia y muta, pero ya no me importa tanto. No digo que no me importa del todo, porque soy controladora y eso no lo cambia ni todo el agua de un tsunami, pero la verdad me importa muchísimo menos. Me estoy aceptando así como vengo y estoy aceptando mis situaciones así, como vienen, con valentía y absoluto desparpajo.
Hoy hablaba con una de mis grandes amigas, y mientras yo hablaba -sé que hablo mucho- fui desenredando todo. Mi angustia y mi fastidio eran frutos del miedo, consecuencia de haber decidido pensar que yo era mejor que el destino y que podía controlar a mi cerebro y a mi corazón. Ahora, como ya no tengo miedo y ya solté todo (o al menos, mucho) la vida ha decidido darme una cachetada más y demostrarme que realmente lo que yo consideré juzgable de mis actos no lo es tanto, que la gente es más benevolente conmigo de lo que yo lo soy con lo que hago, pienso y digo, y que es una absoluta boludez tratar de ser más inteligente que el tiempo y el espacio.
Pensé en los avances que ha hecho el Universo por mí: lo mucho que he acumulado en mi cabeza en tan poco tiempo. No, no he abandonado mis sueños por mis angustias, como lo hacía antes. Ahora lo asumo como partes del mismo mundo y funciona. Estoy absolutamente orgullosa de mis progresos, así vaya a pasos de bebé en los hombros de los grandes. Sí, aún soy una profesora torpe, aún debo inyectarme las matemáticas que no quise aprender, aún me toca hacer demasiados ejercicios para entender la mitad de lo que Juan Miguel habla borracho, pero no importa: mis alumnos me aman (hoy lo supe) ya entiendo con propiedad de lo que hablo y me siento libre, he enseñado cosas que considero valiosas y no me tiemblan las rodillas frente a 50 polluelos que se creen dueños del mundo. Espero que lo sean, de hecho.
Qué pequeño se ve el mundo cuando uno tiene los sueños claros. Qué tranquilas se ven las tormentas cuando sabes qué contiene tu barco. Qué maravilloso es el Universo cuando dejas de preocuparte por las consecuencias y simplemente las asumes con alegría. ¿Seré la mejor profesora del mundo? No tengo idea, pero eso sueño (así sepa que es imposible medirlo) ¿Tendré el lugar que quiero en mi tema? No tengo ni idea pero me encanta el camino para lograrlo. ¿Seguiré siendo feliz? Probablemente no, pero me encanta que uno aprenda de cada etapa lo que pueda. ¿Conseguiré saber todo lo que quiero? No, pero creo que aceptar que no llegaré a allá es un gran avance para alguien tan ególatra.
Soltaré el timón y me dejaré llevar por la tormenta mientras la disfruto.
Jo
Etiquetas:
Decisiones,
Liberación,
Placeres,
Tú
domingo, 12 de septiembre de 2010
Orgasmo cerebral
Siempre hay una tercera vía para todo. Yo siempre lo supe pero muy poco lo apliqué.
Hoy mis tres vías tuvieron su momento.
Un momento fue visitar el sitio donde todo empezó... mi Ground Zero. Pensar en él, nuestra historia en presente y soñar con la inocencia, la ternura.
Luego fue ir a mi presente, las anchas montañas y el olor a madrugada medio añeja, pensar en ese futuro tan pasado y soñar con la pasión y la química.
Finalmente llegué a la tercera vía... descansada, tranquila, sin ataduras, sin pasados, sin presentes, muchos futuros medio raros. Pensar en él, su increible cerebro y la cantidad de cosas nuevas que representa, su genio escondido en tanta basura que lo rodea, y soñar con libros, música, mi zona de confort destruida, todas esas pestañas...
Lo creí por años imposible. Una vez lo viví y no fue tan agradable, pero sí, es posible. Mi cerebro alineado me genera más placer que todas las baratijas que me puede dar la ternura y la pasión. Es eso, no lo demás, lo que me excita, me mantiene viva y adrenalínica, lo que me ha devuelto muchos años perdidos pareciendo una flor marchita.
Bienvenido, conocimiento, genio, libros, mi IQ de 126 de siempre. Los extrañé y juro no soltarlos jamás, por más ñoña que me llamen que ya me estoy quedando los sábados a estudiar.
Hoy mis tres vías tuvieron su momento.
Un momento fue visitar el sitio donde todo empezó... mi Ground Zero. Pensar en él, nuestra historia en presente y soñar con la inocencia, la ternura.
Luego fue ir a mi presente, las anchas montañas y el olor a madrugada medio añeja, pensar en ese futuro tan pasado y soñar con la pasión y la química.
Finalmente llegué a la tercera vía... descansada, tranquila, sin ataduras, sin pasados, sin presentes, muchos futuros medio raros. Pensar en él, su increible cerebro y la cantidad de cosas nuevas que representa, su genio escondido en tanta basura que lo rodea, y soñar con libros, música, mi zona de confort destruida, todas esas pestañas...
Lo creí por años imposible. Una vez lo viví y no fue tan agradable, pero sí, es posible. Mi cerebro alineado me genera más placer que todas las baratijas que me puede dar la ternura y la pasión. Es eso, no lo demás, lo que me excita, me mantiene viva y adrenalínica, lo que me ha devuelto muchos años perdidos pareciendo una flor marchita.
Bienvenido, conocimiento, genio, libros, mi IQ de 126 de siempre. Los extrañé y juro no soltarlos jamás, por más ñoña que me llamen que ya me estoy quedando los sábados a estudiar.
Etiquetas:
Decisiones,
Demonio,
Felicidad,
Gente Genial,
Liberación,
Música para mis oidos,
Placeres,
Tú
martes, 31 de agosto de 2010
Libertad, una posición de afortunados.
Simplemente no puedo dormir. Pero no es el insomnio común, porque tengo la tensión alta y cara de ponqué de cumpleaños gracias a las ironías de la vida.
Esta entrada es inconexa, porque más o menos así ando yo. He dicho más de una vez cosas de las cuales ahora me arrepiento. Tal vez soy menos conservadora de lo que yo misma me imaginé. Miren no más:
1. tengo un corte nuevo de cabello que jamás me imaginé,
2. estoy haciendo cosas que dije que no haría,
3. estoy dictando una materia en la que expongo temas que dije que jamás enseñaría,
4. escucho música que juré jamás escuchar,
5. digo cosas que nunca pensé decir y
6. tengo un revuelto cerebral, porque mi corazón no siente nada por personas que dijo que jamás olvidaría... mira vos.
Dicen que la demencia es pensar que las cosas van a cambiar así uno haga lo mismo siempre. Pues bueno, no estoy demente, no más. Estoy haciendo todo al revés a ver si esta vez funciona mejor. Por el momento, estoy feliz... estúpidamente feliz por algo que aún no me explico y que me encanta no poder explicar. Qué carajos, no tengo que explicarle a nadie igual.
Para los que piensan que debo explicaciones, un dato "casual": tengo 29 años, estoy soltera, soy hermosa y estoy trabajando en un sitio que amo y en donde no tengo un jefe directo. ¿Capicce? Así que me importa menos de un bledo lo que opinen sobre mis decisiones, hago lo que se me da la gana por que por fin soy absolutamente libre de correr riesgos estúpidos y lo quiero hacer. Este tipo de adrenalina todo lo vale y, entre más lo pienso y más lo conozco, él también (y como ya sé que lees, sí, es para tí).
Como dice mi gran amigo Camilo "Pregúntenme cuánto me importa".
JO
Esta entrada es inconexa, porque más o menos así ando yo. He dicho más de una vez cosas de las cuales ahora me arrepiento. Tal vez soy menos conservadora de lo que yo misma me imaginé. Miren no más:
1. tengo un corte nuevo de cabello que jamás me imaginé,
2. estoy haciendo cosas que dije que no haría,
3. estoy dictando una materia en la que expongo temas que dije que jamás enseñaría,
4. escucho música que juré jamás escuchar,
5. digo cosas que nunca pensé decir y
6. tengo un revuelto cerebral, porque mi corazón no siente nada por personas que dijo que jamás olvidaría... mira vos.
Dicen que la demencia es pensar que las cosas van a cambiar así uno haga lo mismo siempre. Pues bueno, no estoy demente, no más. Estoy haciendo todo al revés a ver si esta vez funciona mejor. Por el momento, estoy feliz... estúpidamente feliz por algo que aún no me explico y que me encanta no poder explicar. Qué carajos, no tengo que explicarle a nadie igual.
Para los que piensan que debo explicaciones, un dato "casual": tengo 29 años, estoy soltera, soy hermosa y estoy trabajando en un sitio que amo y en donde no tengo un jefe directo. ¿Capicce? Así que me importa menos de un bledo lo que opinen sobre mis decisiones, hago lo que se me da la gana por que por fin soy absolutamente libre de correr riesgos estúpidos y lo quiero hacer. Este tipo de adrenalina todo lo vale y, entre más lo pienso y más lo conozco, él también (y como ya sé que lees, sí, es para tí).
Como dice mi gran amigo Camilo "Pregúntenme cuánto me importa".
JO
Etiquetas:
Felicidad,
Gente Genial,
Liberación,
Magia,
Placeres,
Respuestas,
Tú,
WTF
lunes, 16 de agosto de 2010
El arte de sentir miedo en mi santuario
La noche ha sido mi amiga siempre. Me recorre, me lleva y me trae desde mis pies hasta el borde de mi imaginación. Hace unos días, el final de la noche eliminó las pocas esperanzas de superar mi insomnio.
A las 5:27 de la mañana, del 12 de agosto, estalló la ventana por la cual he visto muchos amaneceres, y la cama, mi recinto sagrado por más de una razón, me expulsó a golpes. Luego el polvo, la confusión y la enfermiza y adictiva necesidad de buscar razones, heridos, muertos. No encontré ninguna de las 3, gracias a Dios por las dos últimas.
Dios... él ha estado poco presente en los pensamientos de este blog, porque lo considero demasiado alejado de mi lado más oscuro. Sin embargo, ese día hubo una fusión: no le pedí salvación, ni nada por ese estilo. Sólo pedí paz. Comprendí, en una milésima de segundo, que había dejado atrás la paz por demasiado tiempo, incluí todo el ruido posible a mi vida: personas con conversaciones interminables, algunas tan vacías que se pueden encontrar en wikipedia sin esfuerzo, metí a la fuerza historias de las historias, angustias creadas por la sociedad, ansias mías. No, ahora quiero paz. Eso le pedí, pero para lograrlo, me regaló mucho más ruido del soportable.
Las siguientes horas fueron muy raras: un teléfono que no paró de sonar (yo sólo quería una llamada y la tuve a las 5:30 a.m., el resto era ruido.), caída de vidrios por horas y horas, visitas de agentes del Gobierno (que buscaban más chisme que otra cosa), un frío indescriptible, vidrios por todo el piso (aún se encuentran por ahí), mirones, cámaras, noticias a 1000 de volumen, ruido, ruido, ruido. Mi cabeza estalló, por fin, a las 2 de la tarde y me quedé dormida a pesar del ruido entre mi cama y el polvo de los escombros... Las fotos que tomé por reflejo me recordarían cuando volviera que no era un sueño.
Después, a eso de las 5 p.m., cuando por fin pude salir, vino la paz. Caminé, sí, había ruido en todo lado, pero yo ya no lo sentía. Estaba en paz, porque la muerte golpeó mi ventana. Ya la había escuchado antes, la había visto pasar, pero esta vez golpeó mi ventana y yo no la vencí, sólo la miré a los ojos y pensé en el ruido. Ese día, como a todas las víctimas de este tipo de situaciones, decidí vivir como si fuera el último de mi vida todos los días que me faltan.
En la noche reí a carcajadas, llamé a las personas a las que les debía frases hermosas y las dije de corazón, sentí el poder del viento fuerte entrando en mis huesos. Oí música que me recordara la magnitud del universo. Escribí. Luego me fui a dormir lejos de casa (porque el sitio era invivible) y dormí abrazada y asustada. Yo jamás había dormido asustada. Sin embargo, abracé la nueva experiencia y decidí vivirla en todo su esplendor, quise sentir intensamente el pánico que tenía y que no me dejaba comer.
Han pasado ya 4 días después de que la muerte tocara a mi ventana, ya tengo nuevos vidrios y mi cama está libre de escombros, calentita y tranquila. Pero algo cambió en mí. Ahora tengo la inmensa necesidad de la paz, de la verdad, del amor intenso y de la felicidad absoluta. En estos días no he tenido miedo a tocar otras puertas, he dicho directamente lo que pienso, sin rodeos, ni cálculos. Era la forma perfecta de celebrar tu cumpleaños, ¿no te parece?
Mañana, que será el día 5, miraré a los ojos al hombre que más he amado y le diré todo lo que mi corazón no dijo por miedo, para ver si en los pocos o muchos días que me quedan puedo volver a amar así.
Jo
P.D. Tu regalo bloguero te lo escribo mañana. Hoy quería escribir para mí, para variar jeje.
A las 5:27 de la mañana, del 12 de agosto, estalló la ventana por la cual he visto muchos amaneceres, y la cama, mi recinto sagrado por más de una razón, me expulsó a golpes. Luego el polvo, la confusión y la enfermiza y adictiva necesidad de buscar razones, heridos, muertos. No encontré ninguna de las 3, gracias a Dios por las dos últimas.
Dios... él ha estado poco presente en los pensamientos de este blog, porque lo considero demasiado alejado de mi lado más oscuro. Sin embargo, ese día hubo una fusión: no le pedí salvación, ni nada por ese estilo. Sólo pedí paz. Comprendí, en una milésima de segundo, que había dejado atrás la paz por demasiado tiempo, incluí todo el ruido posible a mi vida: personas con conversaciones interminables, algunas tan vacías que se pueden encontrar en wikipedia sin esfuerzo, metí a la fuerza historias de las historias, angustias creadas por la sociedad, ansias mías. No, ahora quiero paz. Eso le pedí, pero para lograrlo, me regaló mucho más ruido del soportable.
Las siguientes horas fueron muy raras: un teléfono que no paró de sonar (yo sólo quería una llamada y la tuve a las 5:30 a.m., el resto era ruido.), caída de vidrios por horas y horas, visitas de agentes del Gobierno (que buscaban más chisme que otra cosa), un frío indescriptible, vidrios por todo el piso (aún se encuentran por ahí), mirones, cámaras, noticias a 1000 de volumen, ruido, ruido, ruido. Mi cabeza estalló, por fin, a las 2 de la tarde y me quedé dormida a pesar del ruido entre mi cama y el polvo de los escombros... Las fotos que tomé por reflejo me recordarían cuando volviera que no era un sueño.
Después, a eso de las 5 p.m., cuando por fin pude salir, vino la paz. Caminé, sí, había ruido en todo lado, pero yo ya no lo sentía. Estaba en paz, porque la muerte golpeó mi ventana. Ya la había escuchado antes, la había visto pasar, pero esta vez golpeó mi ventana y yo no la vencí, sólo la miré a los ojos y pensé en el ruido. Ese día, como a todas las víctimas de este tipo de situaciones, decidí vivir como si fuera el último de mi vida todos los días que me faltan.
En la noche reí a carcajadas, llamé a las personas a las que les debía frases hermosas y las dije de corazón, sentí el poder del viento fuerte entrando en mis huesos. Oí música que me recordara la magnitud del universo. Escribí. Luego me fui a dormir lejos de casa (porque el sitio era invivible) y dormí abrazada y asustada. Yo jamás había dormido asustada. Sin embargo, abracé la nueva experiencia y decidí vivirla en todo su esplendor, quise sentir intensamente el pánico que tenía y que no me dejaba comer.
Han pasado ya 4 días después de que la muerte tocara a mi ventana, ya tengo nuevos vidrios y mi cama está libre de escombros, calentita y tranquila. Pero algo cambió en mí. Ahora tengo la inmensa necesidad de la paz, de la verdad, del amor intenso y de la felicidad absoluta. En estos días no he tenido miedo a tocar otras puertas, he dicho directamente lo que pienso, sin rodeos, ni cálculos. Era la forma perfecta de celebrar tu cumpleaños, ¿no te parece?
Mañana, que será el día 5, miraré a los ojos al hombre que más he amado y le diré todo lo que mi corazón no dijo por miedo, para ver si en los pocos o muchos días que me quedan puedo volver a amar así.
Jo
P.D. Tu regalo bloguero te lo escribo mañana. Hoy quería escribir para mí, para variar jeje.
Etiquetas:
Decisiones,
Felicidad,
Historia,
Liberación,
Miedo,
Sick Sad World,
WTF
jueves, 15 de julio de 2010
Carta sin remitente
No, no es necesario.
Ni las citas a ciegas, ni suntuosos regalos, ni conversaciones de tres de la mañana.
Sólo necesito a mis ojos verdes, no cafés.
No, no es necesario.
Ni el perdón, ni el olvido, ni la cercanía, ni la lejanía.
Sólo necesito su voz en mis mañanas.
No, no es necesario.
La búsqueda, las preguntas, las lágrimas y complicar algo que ya no existe.
Sólo necesito el futuro y las oportunidades que se vienen por oleadas.
Cuando te encuentras tan lejos del abismo, flotando en las nubes,
realmente es poco lo que puedes meter en una maleta. Tampoco la quiero.
No, no es necesario que estés ahí.
Fue un intento ingénuo de serenidad que se vino a pique.
Una quimera que quisimos construir.
La llave a una puerta sellada.
Sólo necesito esta sensación perfecta de plenitud,
el viento frío en mi cabello,
y la sensación de historia que comienza.
Lo anterior sólo trae dolor y realidad.
Prefiero la certeza de que todo es parte de un sueño, para nunca despertar.
Ni las citas a ciegas, ni suntuosos regalos, ni conversaciones de tres de la mañana.
Sólo necesito a mis ojos verdes, no cafés.
No, no es necesario.
Ni el perdón, ni el olvido, ni la cercanía, ni la lejanía.
Sólo necesito su voz en mis mañanas.
No, no es necesario.
La búsqueda, las preguntas, las lágrimas y complicar algo que ya no existe.
Sólo necesito el futuro y las oportunidades que se vienen por oleadas.
Cuando te encuentras tan lejos del abismo, flotando en las nubes,
realmente es poco lo que puedes meter en una maleta. Tampoco la quiero.
No, no es necesario que estés ahí.
Fue un intento ingénuo de serenidad que se vino a pique.
Una quimera que quisimos construir.
La llave a una puerta sellada.
Sólo necesito esta sensación perfecta de plenitud,
el viento frío en mi cabello,
y la sensación de historia que comienza.
Lo anterior sólo trae dolor y realidad.
Prefiero la certeza de que todo es parte de un sueño, para nunca despertar.
Etiquetas:
Decisiones,
Demonio,
Felicidad,
Gente Genial,
Liberación,
Placeres,
Poesía
martes, 6 de julio de 2010
Sueño de Lluvia
Cada gota eres tú
La paz eres, el fin de todo.
Respiras el mismo aire frío de la noche por la que camino,
sin embargo, no te puedo dibujar.
Cada nota eres tú,
mi miedo mayor, el temblor en mis manos,
cerrar los ojos y verte en mí,
tu risa perversa y el corazón galopando.
La sumatoria de mis pasiones,
mi otro ser,
la melodía perfecta escuchada de lejos,
la esperanza.
Esperanza de descubrir por qué eres mío,
cuando no lo he pedido, cuando quiero verte así,
danzando en pies ajenos, para caminar tus senderos.
¿Recuerdas acaso mis pupilas dilatadas
o los ojos rojos que no quise ver?
Hemos optado por una paz sin tregua,
en donde todo se dice en silencio.
Un equilibrio sin necesidad,
una calma sin pausa.
Pero mis manos tienen para tì un sin fin de maravillas,
a pesar de los caminos truncados del infinito.
No te expongas a pedacitos de mì esparcidos por tu camisa.
Ellos te abrigaràn en la noche y perderàs el frìo.
Mi Luna, mi invierno, mi eterna noche,
cada gota en mi ventana es un trozo de alegrìa,
un suspiro que se queda corto
entre tus milagros.
¿Cómo no esperarte, si eres mi mitad?
Iré por las calles soñando caminos nuevos mientras te espero.
Crearé nuevas formas de ver el mapa de tus lunares,
cambiaré las guardas de mi corazón
y te haré una fiesta de violines.
Quédate en mi camino, amado cuervo,
seré la lluvia que te contiene,
la paz a pesar de mi tormenta,
los ojos que se encuentran con los tuyos mientras llueve.
Nunca ha faltado el fuego,
me quema con cada palabra desde siempre,
contemplo aùn los recuerdos borrados y los recobro,
ahora son mi colecciòn de perfecciones personales,
nunca màs se iràn de mí.
Y tú tampoco.
Jo
La paz eres, el fin de todo.
Respiras el mismo aire frío de la noche por la que camino,
sin embargo, no te puedo dibujar.
Cada nota eres tú,
mi miedo mayor, el temblor en mis manos,
cerrar los ojos y verte en mí,
tu risa perversa y el corazón galopando.
La sumatoria de mis pasiones,
mi otro ser,
la melodía perfecta escuchada de lejos,
la esperanza.
Esperanza de descubrir por qué eres mío,
cuando no lo he pedido, cuando quiero verte así,
danzando en pies ajenos, para caminar tus senderos.
¿Recuerdas acaso mis pupilas dilatadas
o los ojos rojos que no quise ver?
Hemos optado por una paz sin tregua,
en donde todo se dice en silencio.
Un equilibrio sin necesidad,
una calma sin pausa.
Pero mis manos tienen para tì un sin fin de maravillas,
a pesar de los caminos truncados del infinito.
No te expongas a pedacitos de mì esparcidos por tu camisa.
Ellos te abrigaràn en la noche y perderàs el frìo.
Mi Luna, mi invierno, mi eterna noche,
cada gota en mi ventana es un trozo de alegrìa,
un suspiro que se queda corto
entre tus milagros.
¿Cómo no esperarte, si eres mi mitad?
Iré por las calles soñando caminos nuevos mientras te espero.
Crearé nuevas formas de ver el mapa de tus lunares,
cambiaré las guardas de mi corazón
y te haré una fiesta de violines.
Quédate en mi camino, amado cuervo,
seré la lluvia que te contiene,
la paz a pesar de mi tormenta,
los ojos que se encuentran con los tuyos mientras llueve.
Nunca ha faltado el fuego,
me quema con cada palabra desde siempre,
contemplo aùn los recuerdos borrados y los recobro,
ahora son mi colecciòn de perfecciones personales,
nunca màs se iràn de mí.
Y tú tampoco.
Jo
Etiquetas:
Demonio,
Liberación,
Placeres,
Poesía
sábado, 3 de julio de 2010
Eclipse de Sol
El olor a madera crujiente queda en mi memoria,
mientras sueño imposibles muy posibles.
¿será esta la puerta que hace tiempo toqué?
¿aprenderé la lección?
Un ángel ha venido en mi rescate,
con dos propuestas:
la primera es romper mis esquemas,
la segunda, crecer hasta volar.
Quiero estar lista para lo que se aproxima
y tendré mi paraguas listo para las futuras tormentas.
De nada sirve que me digas que me envidias
sin decirlo, entre tus frases llenas de rencor.
Las he leído sin querer, una tarde,
luego de caminar y reir, de sentir y ser.
Han generado en mí un sabor como de hielo,
pues vienen desde caminos que ya desconozco.
No ruegues más, no te acerques a mi mundo,
deja que el ángel me cure y llene de gozo mi existencia,
queda sólo un dolor añejo
y cenizas de un fuego hermoso que matamos.
Despedirse no tiene caso
cuando ya se ha ido todo
ahora quedan las sonrisas, la paz, la ternura indomable,
las palabras sinceras, el corazón latiendo,
la adrenalina del futuro.
Mientras duermes tus pesadillas
recuerda lo que te sirva
que las cenizas pueden volar
o ser usadas como abono de nuevas tierras.
Sueño para tí un futuro sin mí,
lleno de dicha y sol,
pero no lo sueño mucho, debes hacerlo tu.
Yo voy tras el ángel y el olor a madera
en el confín de tu mundo,
en el lugar en el que sí soy yo.
Jo
Etiquetas:
Felicidad,
Liberación,
Olvido,
Poesía,
Respuestas,
WTF
jueves, 1 de julio de 2010
Un poco para Federico
Cerré los ojos en la madrugada gris
capturando pedacitos de mañana,
vienen los recuerdos de la muerte a mi ventana,
nueva y pura,
sin anunciarse.
La tierra ruge mientras todos duermen,
calmando su ira, dándome latigazos.
Abrí las puertas un lunes
creyendo que aún era viernes.
Hay un líquido familiar en mi camisa
caminando solo en medio de la mañana.
Despierto recordando que no quería más de mí,
mientras compraba una nueva indulgencia.
Caminarás en medio de la madrugada fría
sabiendo que mis ojos se cierran,
pensando en el humo, la madera que forjas,
las notas que no salen.
No recordarás las puertas ya cerradas.
Vuelvo al mundo de mil novecientos treinta y cinco
cada vez que cierro los ojos;
visitaré la tumba de mis deseos una vez más
mientras recuerdo tu eucalipto.
Eres uno más con mi sombra,
que desaparece cuando viajo ligera de equipaje
resguarda las puertas mientras caminas
yo cerraré los ojos para volver al mundo añejo
de las memorias alegres.
No esperes por mí, cuervo,
eres mi sombra
y yo huelo a eucalipto.
Recuérdame mientras mi corazón palpite
que yo viajaré entre tus memorias
y las haré mías... a pesar nuestro.
Jo
martes, 15 de junio de 2010
LA LUZ EN TU CASA
Es bien sabido que eres parte de mi vida.
Tengo en mis manos esta historia que me ha inspirado tanto
no puedo parar de pensar en esto.
Y es la una de la mañana, y te quedas en mi sonrisa,
como todas las noches antes de acostarme.
Desde mi ventana veo la luz de tu casa
que tan de lleno llegó a mis ojos hace unas horas
cuando nos veíamos de frente en esta noche lluviosa.
Qué bueno que te quedas siempre, luego de la tormenta,
para llenar mi vida de mariposas,
sin recriminaciones, ni dramas, sólo tú.
Para el niño de las nubes siempre fuí cárcel,
no lo culpo, para mí también lo fue.
Ahora quiero volar hacia tu montaña
como siempre sucedía antes de las ocho.
Eres la culminación de un largo trayecto
lleno de gafas y palabras medio dichas
Gracias porque siempre has sido la verdad,
el agua que moja, un hombre y no un niño.
Me cansé de criar.
Ya quiero que sea mañana,
cuando podré acercarme sin miedos
y reirme como nunca
para quererte como siempre.
Hagamos una hoguera de nuestras vidas
como en el amanecer de esta historia.
Me has dicho que no puedes esperar...
Yo ya he esperado demasiado.
Duerme, dulce demonio,
mientras observo la luz de tu casa,
queriendo estar ahí
en medio de la noche lluviosa.
Jo - AKA Granger
Etiquetas:
Demonio,
Felicidad,
Gente Genial,
Liberación,
Poesía,
Respuestas
Suscribirse a:
Entradas (Atom)