sábado, 6 de octubre de 2007


REFLEXIONES AJENAS DEL MUNDO,
EN LA MENTE DE UNA LOCA ENFERMA




Sí, tengo muchas ganas de escribir. Hoy la lluvia que siempre ha sido mi amiga no me deja sentir el viento, porque mis pulmones han decidido hacer huelga a su dueña, nuevamente. Para los ávidos lectores de mis historias, esto es más que normal, repetitivo y medio poco original. Lo siento, nadie más que yo quisiera sentirme menos enferma por cosas. Pero bueno, al punto.

Estos dìas han traìdo a mis oídos todo tipo de historias y reflexiones que quisiera compartir. Estos son:

1 - GENERALIZACIONES

"toda la gente hace....", "todos son iguales...", "siempre pasa"... eso es algo que hacemos todos los días nos alimentamos de generalizaciones que nos hacen perder la perspectiva de nuestros propios problemas. Sí, es evidente que hay conductas comunes e innegable que si alguien se cae a un pozo por meter la cabeza es probable que alguien que haga lo mismo sufra la misma suerte, pero a véces demasiadas generalizaciones minan el espíritu y hacen que algunas situaciones se difuminen y no se vean con la importancia con la que se debe, o, lo que es peor, se les dé explicaciones axiomáticas a situaciones que tienen otra razón de ser, así que pilas con eso ajajaj (eso también me lo digo a mí).

2 - PRIORIZACION

Ayer tuve un choque con mi jefe porque me dijo "priorice, pero le recuerdo que todo es urgente". Pensándolo bien, tiene razón: mi vida emocional es tan importante y prioritaria como el trabajo, mis sueños son tan importantes y prioritarios como mis deudas, resolver mi pasado es tan urgente y prioritario como ordenar mi futuro y mi presente. Todo es urgente y prioritario.

Luego preguntan que por qué me enfermo tanto... pues por "pensadera crónica". Cada vez que priorizo pareciera que lo hiciera mal y no soy la única: gente que fue echada de la U por culpa de una mujer que lo tenía deprimido, niñas que pierden grandes hombres por perseguir un sueño, sueños que no se concretan por perseguir el dinero.... Debería el mundo permitirle a la gente como mínimo un año sabático para organizarse... una pausa... para conseguir priorizar y asumir riesgos racionalmente. Pero no. Como dicen por ahí: la vida es una serie de ensayos que te llevan a entender cómo hacer las cosas cuando ya no hay nada qué hacer.

3 - HUMILDAD

Me han pedido que sea humilde. Yo la verdad no sé qué es ser así; me han enseñado de todas las formas posibles a creer en mi y a considerarme lo mejor de lo mejor para no morir en el intento. Esto significa ver mis defectos y ser conciente de ellos, pero no enfocarme en ellos sino en mis virtudes y destacar, triunfar, liderar, proponer... para eso no se puede tener humildad.

Me han pedido que agache la cabeza y que no justifique mis acciones y eso es algo que, lamentablemente, no podré hacer. La única faceta de la vida que considero merece agachar la cabeza y ceder es el amor... en el trabajo no se cede, a menos que la recompensa lo valga. Lo siento (bueno, no lo siento) pero si lo que buscan de mí es que deje atrás años y años de adiestramiento en triunfalismo y autosuficiencia, eso no va a suceder. En eso concuerdo con Lestat y miren quién bebe la sangre de la Diosa....

4 - AMOR

El amor para mí es una injusticia completa. Eso no lo digo por mí o porque me sienta mal. De hecho no, me siento bien, pero veo en los ojos de quienes han llorado de tristeza por ese cáncer que es el amor injusto la angustia de los días y días malgastados en sentirse miserable y todo lo que esto conlleva.

La peor injusticia del amor es el no ser correspondido, pero si a esto le sumamos que alguna vez fuimos correspondidos y ya no, las probabilidades de dolor se cuadruplican y vivimos eso que algunos ordinarios llamamos "tuza" que no es más que la amargura del desamor.

Pero entre la euforia del amor total e inicial y la maldición del desamor hay toda una gama de códigos y cosas no dichas que no me alcanzaría la vida para decantar. Hoy me preocupa el amor de la amante y el amor del "cambiado". Yo sé que muchas véces parezco como inmutable e indolora, pero estas dos historias con las que me he topado me tienen realmente triste sólo por empatía: una niña hermosa llorando porque es amante y no puede dejar de serlo y un niño inteligente y queridísimo sufriendo porque alguien consideró que él era un papel rasgado y lo botó a la caneca, cambiándolo por un perfecto imbécil.

El primer caso tiene una amplia responsabilidad endorfìnica y feromonal, otra cuota del idiota que aún le dice que la ama, pero no puede dejar a la esposa (se puede ser tan cretino?) y otra cuota de fijaciòn de ella, quien conoce la historia y aún se niega a dejarlo. Nada qué hacer, o lo deja o se va a morir de amor (no morirse literalmente, pero sí al menos desperdiciar todo tipo de recursos por el capricho). Niñas, de por Dios no hagan eso, el príncipe azul debe ser soltero en principio para ser elegible.

El segundo caso no tiene gran responsabilidad de la víctima. Aceptar que una relación se acaba es terriblemente duro e incluye lágrimas, ansiedad, angustia, sensación de soledad y momentos de locura; pero otra cosa muy distinta es admitir y verse obligado a ver al objeto de su afecto convertida en una esclava a merced de un imbécil que la utiliza. En este caso recomiendo un par de calmantes y mucho reposo. NADA QUÉ HACER, la vieja ha elegido y lo ha hecho sobria, sin coacción alguna. Si ella prefiere a alguien distinto muy mal por ella y hay que hacer el duelo y seguir.

He llegado a la conclusión de que la vida es una serie de duelos interminables y con el tiempo duele menos, créanme. A véces llorar es relajante, pero no tanto como para perder la cabeza. Llora, amigo mío, te presto mi hombro y mis horas, pero no te pierdas en el intento de olvidarla, podrás darte cuenta en algún tiempo que exageraste y que alguien que te cambia por tan poco no merecía lo mejor de ti. Ya pasará y llegarán cosas nuevas; no sé si buenas, pero al menos sí nuevas. Te lo dice una muy humilde experta jajaja.

Me voy, que tengo fiebre.



JO


PD: Hoy estoy transmitiendo desde mi antiguo portátil y ha sido realmente maravilloso darme cuenta de las pendejadas que uno guarda de personas que no valen la pena. He borrado como 100 fotos, 4 conversaciones de messenger, y me di cuenta que casi todos mis icons de la época "oscurantista" fueron puestos por influencia.... la pendejada no tiene límites jajaja.

1 comentario:

trejos-comics dijo...

YO TENIA UN GATICO NEGRO... SE LLAMABA TINO...
www.trejoscomics.blogspot.com