martes, 31 de agosto de 2010

Libertad, una posición de afortunados.

Simplemente no puedo dormir. Pero no es el insomnio común, porque tengo la tensión alta y cara de ponqué de cumpleaños gracias a las ironías de la vida.

Esta entrada es inconexa, porque más o menos así ando yo. He dicho más de una vez cosas de las cuales ahora me arrepiento. Tal vez soy menos conservadora de lo que yo misma me imaginé. Miren no más:

1. tengo un corte nuevo de cabello que jamás me imaginé,
2. estoy haciendo cosas que dije que no haría,
3. estoy dictando una materia en la que expongo temas que dije que jamás enseñaría,
4. escucho música que juré jamás escuchar,
5. digo cosas que nunca pensé decir y
6. tengo un revuelto cerebral, porque mi corazón no siente nada por personas que dijo que jamás olvidaría... mira vos.

Dicen que la demencia es pensar que las cosas van a cambiar así uno haga lo mismo siempre. Pues bueno, no estoy demente, no más. Estoy haciendo todo al revés a ver si esta vez funciona mejor. Por el momento, estoy feliz... estúpidamente feliz por algo que aún no me explico y que me encanta no poder explicar. Qué carajos, no tengo que explicarle a nadie igual.

Para los que piensan que debo explicaciones, un dato "casual": tengo 29 años, estoy soltera, soy hermosa y estoy trabajando en un sitio que amo y en donde no tengo un jefe directo. ¿Capicce? Así que me importa menos de un bledo lo que opinen sobre mis decisiones, hago lo que se me da la gana por que por fin soy absolutamente libre de correr riesgos estúpidos y lo quiero hacer. Este tipo de adrenalina todo lo vale y, entre más lo pienso y más lo conozco, él también (y como ya sé que lees, sí, es para tí).

Como dice mi gran amigo Camilo "Pregúntenme cuánto me importa".




JO

jueves, 26 de agosto de 2010

A Escondidas

Presiono sólo un poco las teclas, como acariciándolas,
porque no quiero apagar la paz que te da la noche.

Disfruto cada trozo de frase dicha a escondidas,
en medio del frenesí,
como siempre quise escribir.

Llueve afuera, y el mundo me parece poco.
Todo fluye porque el espacio se expande.
El tiempo ya no es una barrera, sino un placer.

Mi alma está en paz, latiendo cerca,
tratando de hacer que mi corazón no se salga.
Se necesita ser valiente para soportar un milagro.

Si pudieras ver cómo tu respiración lo llena todo,
la vida misma cómo crece dentro del olor a madera
y las formas que las gotas hacen en la ventana,
entenderías porque entré a hurtadillas a escribir.

No hace falta sino un poco de verdad en todo esto,
una pizca de imaginación salida de la historia
y tus palabras no dichas,
para que tus alas se posen sobre mí.

Me siento pequeña, vulnerable, brillante.
Te siento grande, fuerte, sombrío.
¿Ves cómo las piezas encajan en el nuevo universo?
¿Reconoces tu reflejo en mi santuario?

He despojado a mi fotografía de los últimos escombros
y me presento ante tí frágil y en construcción.
No hay más que posibilidades y futuros,
y tu tienes todas las decisiones.

Me veo rodeada de tus libros
y envidio todas las veces que tus verdes ojos se posaron en ellos,
las historias que te han contado y aún no sé,
lo que han escuchado de tus punzantes labios.

Ellos serán albaceas de los secretos que ahora escribo
y pronto te contarán que aquí, a escondidas,
he descubierto cómo armar el rompecabezas
de nuestro pequeño mundo.



Jo

martes, 24 de agosto de 2010

Extreme Makeover - Soul Edition

Me siento renovada. Finalmente he hecho las pases con mi pasado central, he aprendido las lecciones que considero necesarias y esto, automáticamente, ha llevado a nuevas cosas.

Me siento ligera, deseosa y tranquila. Recibiré mis 30 años feliz y desapegada de temas enfermizos en los que otros giran. Ya no giro como un satélite en las vidas ajenas, ni tomo las cosas del lado hueco. No busco la aprobación de nadie y ahora me concentro en lo que me gusta hacer y lo estoy haciendo con el alma.

Alguien me preguntaba hace unos días qué quería hacer ahora. La respuesta es: de todo. Quiero descansar de temas que sólo han sido un desgaste y un desperdicio de tiempo: no tengo que escuchar o leer bobadas, en lo absoluto. Ahora quiero elegir, aprender màs de lo que ya he aprendido y divertirme como lo he hecho con mis alumnitos, con las personas que estàn en mi corazón, con las consecuencias de mis decisiones y las que otros tomaron por mí. Hablando de decisiones ajenas, quiero agradecer a aquellos que han decidido irse. Ya era hora, pero yo no lo sabía porque era terca. Ya no me siento terca y entiendo claramente el por qué de su partida.

Ahora, sobre las bienvenidas. Estos maravillosos cambios dentro de mí han atraido personas maravillosas y nuevas para mí, que me han enseñado mucho en muy poco tiempo. He aprendido sobre la generosidad, sobre el amor, sobre un mundo sin ira, ni rabia, ni drama. Paz, por fin.

Naty y Mafe tienen razón: lo que quería era un cambio de vida, y voy por muy buen camino. Por eso cada día es una aventura nueva, una felicidad nueva y una palabra más en mi historia personal. También Juan Da me lo dijo, a su modo: con los ojos en la meta se hace divertido correr, y ya tengo la meta más cerca. Al menos sé claramente qué no quiero en mi vida y lo he alejado de a pocos.

Todo esto se concreta en cambios puntuales: más comodidad en mi vida, menos peso, menos pelo y gafas lindas; muchas posibilidades, más puertas que se abren e información relevante llegando a mis oidos.

Para que algo nuevo aparezca debe morir algo; ha muerto mucho en mí en muy poco tiempo y eso ha ayudado a que con la misma velocidad nazca un nuevo mundo, el que ahora se vé con mis nuevas ventanas y que me invita a arriba, allá donde los sueños son posibles.

Y ahora, una canción muy pertinente


una canción muy pertinente.




Jo

miércoles, 18 de agosto de 2010

Conversación

Dos universos se encontraron una tarde concertadamente.
Uno frío y nublado, el otro lleno de primavera en sus ojos.
Cada uno una historia y un suspiro.

Él, un concierto en Sí mayor. Ella va por el Mí sostenido.
Ella encuentra su refugio en el hoy. Él en el mañana.
Un café los separa de la mesa, pero su historia converge en el pasado.

El tiene frío mientras ella fuma.
Ella tiende a mirar a los lados para revisar que sigue en el mismo punto
allí donde ella es fuerte y fría.
El viento no para de mover su cabello.

Mientras pasa esta conversación, sus bocas hablan, pero sus oidos están cansados.
El padre tiempo corre como loco por los pasillos preguntando por el responsable
de que estos dos universos fugados se encontraran en un presente,
cuando son recuerdos añejos que no deben hablar.

Pero el daño está hecho.
El, la Primavera, ha entregado a la Lluvia un poco de música,
esa que a cada uno enamoró en un tiempo diferente.
La lluvia no quiere volver a ser un universo solitario,
y ahora tiene a la música de ese pasado ya tan presente, para iluminar su futuro.


Jo - Les

lunes, 16 de agosto de 2010

El arte de sentir miedo en mi santuario

La noche ha sido mi amiga siempre. Me recorre, me lleva y me trae desde mis pies hasta el borde de mi imaginación. Hace unos días, el final de la noche eliminó las pocas esperanzas de superar mi insomnio.

A las 5:27 de la mañana, del 12 de agosto, estalló la ventana por la cual he visto muchos amaneceres, y la cama, mi recinto sagrado por más de una razón, me expulsó a golpes. Luego el polvo, la confusión y la enfermiza y adictiva necesidad de buscar razones, heridos, muertos. No encontré ninguna de las 3, gracias a Dios por las dos últimas.

Dios... él ha estado poco presente en los pensamientos de este blog, porque lo considero demasiado alejado de mi lado más oscuro. Sin embargo, ese día hubo una fusión: no le pedí salvación, ni nada por ese estilo. Sólo pedí paz. Comprendí, en una milésima de segundo, que había dejado atrás la paz por demasiado tiempo, incluí todo el ruido posible a mi vida: personas con conversaciones interminables, algunas tan vacías que se pueden encontrar en wikipedia sin esfuerzo, metí a la fuerza historias de las historias, angustias creadas por la sociedad, ansias mías. No, ahora quiero paz. Eso le pedí, pero para lograrlo, me regaló mucho más ruido del soportable.

Las siguientes horas fueron muy raras: un teléfono que no paró de sonar (yo sólo quería una llamada y la tuve a las 5:30 a.m., el resto era ruido.), caída de vidrios por horas y horas, visitas de agentes del Gobierno (que buscaban más chisme que otra cosa), un frío indescriptible, vidrios por todo el piso (aún se encuentran por ahí), mirones, cámaras, noticias a 1000 de volumen, ruido, ruido, ruido. Mi cabeza estalló, por fin, a las 2 de la tarde y me quedé dormida a pesar del ruido entre mi cama y el polvo de los escombros... Las fotos que tomé por reflejo me recordarían cuando volviera que no era un sueño.

Después, a eso de las 5 p.m., cuando por fin pude salir, vino la paz. Caminé, sí, había ruido en todo lado, pero yo ya no lo sentía. Estaba en paz, porque la muerte golpeó mi ventana. Ya la había escuchado antes, la había visto pasar, pero esta vez golpeó mi ventana y yo no la vencí, sólo la miré a los ojos y pensé en el ruido. Ese día, como a todas las víctimas de este tipo de situaciones, decidí vivir como si fuera el último de mi vida todos los días que me faltan.

En la noche reí a carcajadas, llamé a las personas a las que les debía frases hermosas y las dije de corazón, sentí el poder del viento fuerte entrando en mis huesos. Oí música que me recordara la magnitud del universo. Escribí. Luego me fui a dormir lejos de casa (porque el sitio era invivible) y dormí abrazada y asustada. Yo jamás había dormido asustada. Sin embargo, abracé la nueva experiencia y decidí vivirla en todo su esplendor, quise sentir intensamente el pánico que tenía y que no me dejaba comer.

Han pasado ya 4 días después de que la muerte tocara a mi ventana, ya tengo nuevos vidrios y mi cama está libre de escombros, calentita y tranquila. Pero algo cambió en mí. Ahora tengo la inmensa necesidad de la paz, de la verdad, del amor intenso y de la felicidad absoluta. En estos días no he tenido miedo a tocar otras puertas, he dicho directamente lo que pienso, sin rodeos, ni cálculos. Era la forma perfecta de celebrar tu cumpleaños, ¿no te parece?

Mañana, que será el día 5, miraré a los ojos al hombre que más he amado y le diré todo lo que mi corazón no dijo por miedo, para ver si en los pocos o muchos días que me quedan puedo volver a amar así.



Jo



P.D. Tu regalo bloguero te lo escribo mañana. Hoy quería escribir para mí, para variar jeje.

lunes, 9 de agosto de 2010

Horóscopo comentado XD

Me encontré esto en FB y me dio risa. Aquí van mis comentarios:

ESCORPIO


Te gusta ir de incógnito (sí, pero no lo logro), tienes una mirada especial y penetrante (y unas pestañas horribles). Tu ego es total (XD). Los insultos te dan exactamente igual (a veces me divierten), pero lo mismo puedes pensar de los halagos (esos son más complicados). Estás conciente de vos mísmo y no necesitas las opiniones ajenas al respecto (en lo absoluto).

Tu seguridad es envidiable (ete, no creo). Si te piden sinceridad, eres sincero y a la vez crudo... (yep) Puede doler pero dices lo que piensas de una forma franca y hasta algo cruel (eso ya lo había dicho este bicho). Si le dices a alguien que te parece bello, lo dices sin florituras y la otra persona puede estar segura que eso piensas (eso es completamente cierto. Los aduladores me fastidian). Hay en ti una tierna simpatía hacia los que sufren y los enfermos (a veces demasiada). Tiendes a ser muy humanitario, y solidario (mucho más de lo sano).

A un Escorpio le gusta involucrarse en causas y convencer a los demás (más cierto para dónde). Escorpio muestra intensa lealtad a los amigos (a los verdaderos) y familiares (hmm a esos no tanto). Te interesa la religión (mucho), sientes gran curiosidad por la vida y la muerte (tremendamente), te apasiona el sexo (de forma enfermiza jajaja) y estás movido por un violento deseo de reforma (siempre cambios). Pero también eres un tierno protector de los niños (los protejo, pero no soy niñera) y de los débiles (pero de cuerpo, de mente me desespero).

Odias que la gente te tome del pelo (con el alma), puedes ser muy resentido y terco (mucho). Hasta pensarás en vengarte (ya no pertenezco a esa religión). Eres posesivo con lo que consideras tuyo (es adictivo, lo siento). Avanzarás siempre lentamente pero seguro, ganando terreno poco a poco (siempre adelante, ni un paso atrás XD). Escorpio puede hacer cualquier cosa que se proponga. Si realmente quiere algo, ese algo será suyo (no lo pongas en duda, pero cuando pierdo el interés, lo pierdo para siempre)...OJO!!! (XD)



Jo

P.D: Hoy es una fecha muy especial. Se cumple un aniversario más del día que abrí los ojos y, si bien no puedo celebrarlo hoy contigo, te llevo en mi mente y te agradezco todas las palabras que me has regalado desde entonces, desde el final del oscurantismo (por falta de mejor palabra) HAPPY B-DAY, NIGHT!!

viernes, 6 de agosto de 2010

Oda al primer amor

(ya tenemos claro que soy cursi, verdad?)

Estoy escuchando Buena Vista Social Club y me encontré de frente con tu cara. Es extraño ver que tanta agua ha pasado bajo nuestro puente y yo, con ira ciega, rompí todas tus fotos, y ahora la tecnología trae tu rostro de vuelta sólo con un click. La ironía de la vida.

Debería estar trabajando, lo sé, pero veo tus ojos miel y no puedo sino volverme nostálgica a morir. Más cuando tus cartas están ahí, tan cerca. Esas jamás pude romperlas, simplemente no puedo. Hace unos días hablaba del duelo y los ciclos con alguien que es como mi sombra, y noté que hemos hablado mucho tu y yo, pero ese ciclo es más bien una línea recta, con un abismo de 8 años en el medio.

Cuando todo comenzó, yo era una niña y tu un pequeñín tan ingénuo como yo. Los dos creíamos en el romance, las cartas a puño y letra, dedicar canciones, gritarse cosas bonitas, dar chocolates, flores, suspirar en el teléfono interminablemente y ponerse rojo sólo por pensar en esa otra persona que pensaba en uno. En ese momento no escribía poesía, ni se me ocurría otra forma de amar que ser yo y ya, sin pretender, ni proteger nada. Recuerdo que nos casamos y usamos rosquitas de maíz como anillos. Ni a eso le tuve miedo contigo.

Y, por alguna razón, todo cambió. Se acabó y fui tan transparente que casi desaparezco. De ahí salió mi aversión al chocolate, a los peluches, al color rosado, al vallenato, al matrimonio y al amor directo. Me volví poeta porque me dio miedo de volver a mostrar el alma así no más. Tú me hiciste lo que soy, qué le hacemos (bueno, y yo también jeje).

Luego un día escuché tu voz por teléfono y casi me muero... huí 8 años. Nunca más volví al norte y no fui a Santa Fé sino hasta que pude verte sin llorar. Cuando te encontré eras otro, o eso pensé a primera vista. Pero ahora nuevamente la llave da la vuelta en el cerrojo y veo tantas cosas. Todos mis prejuicios hacia tí han caido lentamente.

Ahora no como chocolate, pero ya no me da mareo verlo; tengo a Pericles mirándome fijamente en este momento, me pongo rosado, escucho vallenato y pienso en tí cuando es bueno, pensé en casarme y no me da miedo escribirte estas líneas. Esos son pasos inmensos en mi vida.

Pero más allá de todo, estoy tan orgullosa de la persona en que te has convertido. Siempre lo supe, a pesar de lo que dijeran; siempre supe que ibas a ser la hermosa persona que eres, el profesional que le habla a muchos para crear cosas hermosas, el amigo con el que hoy hablo y me cuenta con la misma emoción historias del país que más amo y que la recorrió igualmente maravillado. Hoy te veo y guardas el mismo impulso que a los 15 años, la misma ternura, la sonrisa y esas pestañas divinas tuyas. Eres lo que siempre soñé que serías y soy la persona más feliz de saber que eres todo eso.

También me hace feliz hasta las sorpresas que me has dado. Nunca pensé que fueras tan romántico aún y que guardaras esa bolsada de cartas que leímos. Las tienes todas, lo retienes todo y lo recuerdas con profundo cariño. Qué lindo, me haces sentir culpable. Yo lo quise destruir todo, quemé, rompí y lloré cada pedacito. Gracias a Dios se quedaron algunas partes de este rompecabezas y sobrevivieron a años de desamores, desencantos, dolor y olvido.

Ahí están, para que los puedas ver y me ayudes a recordar a la que te amó tanto; esa que siempre llegaba del colegio a ver en nuestro árbol si había otra carta para brincar feliz. La misma que soñó contigo hasta bien entrados los 20 y se decía que para tí yo no era nadie. Qué equivocada estaba y qué feliz soy de haberme equivocado. Hasta eso recuerdo: contigo no me daba miedo ser falible, tu jamàs esperaste nada de mí diferente a que te amara como tu lo hacías. Sólo te burlabas de mis tonterías, pero a mí no me daba miedo hacerlas. Yo era así y ya.

Ahora vendrá algún día para volvernos a ver, pero ya no para recordar, sino para pensar en el futuro, en todo lo que esta vida tiene para alguien tan bonito como tú. Llegará el momento en que, tras 16 años de ires, venires y abismos, finalmente pueda verte a los ojos y mostrar nuevamente mi corazón completo al mundo, porque tú lo tuviste todo para tí primero que nadie.



Leslye

martes, 3 de agosto de 2010

Pongámonos serios

Este es uno de esos días que inician y no sabes cómo terminan. Un buen día, sin duda alguna. Un día para ponerse serios.

Escuché mucho a Mozart, con todo y que no me gusta, sólo para aclarar la mente e intentar organizar la casa interna. Tengo tanto por limpiar en este ático mío...

Ya tengo lista y acomodada mi oficina: un sitio de permanente reflexión con la ciudad, un espacio libre de perturbaciones en general. Al menos el espacio físico de mis días está organizado y tengo claro qué quiero en cada lugar: esta foto aquí, este recuerdo acá. Sólo hacía falta la cajita que le prometí a Juan David, pero hasta eso lo encontré y lo tengo listo. Así empezó el día.

Luego pude salir a caminar. Hacía días que quería hacerlo pero por cuestiones gripales y sociales no había podido. Hoy salí, caminé y me fui para el café de los lectores solitarios, un espacio en la mitad de Rosales que acoge a todos los que no quieren conversaciones profundas o vanales y sólo quieren un capuccino y leer o escribir. Leí un rato y me dejé llevar por Mozart, otra vez, buscando el camino a la perfección matemática de la música. Por ahí lo encontré y luego se perdió para siempre cuando me abordaron para hablarme... justo cuando no quería.

Hablé lo necesario, me fui a caminar y fumar un rato pensando. Pensé en todo lo que ha ocurrido, las vueltas de la vida, el ir y venir hacia el mismo punto. Me siento como un carro en neutro. No sé cómo màs describirlo.

No puedo quejarme, de hecho. He tenido días muy felices y sorpresas lindas, buenas personas cerca y hasta opciones de cumplir mis sueños. Hoy se abrió otro sueño, para no ir más lejos... o bueno, para ir muy lejos XD. Eso también me tiene pensando: ¿en serio quiero perderte? Ya no lo sé. Hace 2 semanas la respuesta habría sido un no rotundo, hace una semana un sí absoluto. Hoy ya no sé.

Ya ni siquiera sé en qué país estaré, ni con quién, ni cómo. Sólo sé que estoy haciendo un sueño con las uñas, que es hermoso, que me hace feliz a pesar del frío de la mañana. Eso es lo único claro, mi momento de luz.

El resto ni siquiera es oscuro. Grises miles rodeándome. Mi parte más oscura, lo que controlo, me está haciendo huelga. Ya no sé cuáles son las reglas y ni siquiera quiero conocerlas. Es mejor así, creo, ver la oscuridad cómo se llena de luz un rato.

La única buena noticia es que tengo más pesadillas que nunca, lo cual quiere decir que mi cerebro está feliz (cuando tengo sueños felices estoy realmente mal, cuando tengo pesadillas es porque mi cerebro quiere compensar mi felicidad externa... super raro). Y es que realmente estoy más equilibrada que nunca, tal vez porque ya no tengo expectativas y simplemente me dejo llevar lejos, o cerca, o a tu casa, como siempre.

¿Sabes por qué te dije que no? Porque creí que esto era un asunto concertado, porque creí que tenía opciones. Claramente, demonio asqueroso, nuevamente me ganaste y no me queda sino decir que sí. Mil véces sí.


Jo

miércoles, 28 de julio de 2010

La importancia de tener 20

Estos días he pensado mucho en el número 20. Me persigue de muchas maneras, pero sobre todo en la edad. Alguna vez tuve 20 años y me gustó. Ya casi se cumplen 10 años de eso y quiero recordar un poco, ponerme a tono con ello. Quiero recibir nuevamente los 20 años y sentirlos, para poder entender este universo paralelo en el que me he metido sin querer queriendo.

A mí los 20 años me cogieron fuera de lugar, sin una idea clara de nada, pero queriendo todo. Era el año 2000 y meses antes había visto desde mi finca cómo celebraban el milenio desde Sidney hasta Colombia.

Los 19 fueron un año caótico: divorcio de mis padres, aprender que la muerte existe, cómo volverme de piedra, cómo perderle el respeto a mis principios. Era inocente y divertida (hasta donde recuerdo): una niña jugando a ser adulta. A los 20 traté de enfocarme, me volví más fría que nunca, ya tenía mi espectro de amigos definido y sólo ellos llenaban mis días. No me preocupaba mucho el futuro, porque lo tenía muy claro (mucho más claro que a los 19) y me preparaba duro para ello.

¿Qué me queda de los 20? Escribir como loca, los mismos amigos, la larga lengua, el anhelo por la belleza del mundo, la vehemencia.

¿Qué quisiera que volviera de los 20? La inocencia, la rigidez de mi corazón, mi ser cerebral en toda su expresión. Saber claramente qué me depara el futuro.

Hoy camino las mismas cuadras que a los 20, por irónico que parezca, y ahora deseo de todo corazón rendirles un homenaje. Por algo Camila tiene 20.

Gracias "20 años" por el brillo de mis ojos y enseñarme el valor de una buena siesta a medio día llena de sueños.

________

Hace unos días, su servidora se levantó en un universo diferente, en el que no hay agendas, ni motivos, ni dramas, ni promesas, ni canciones que no se sabe quién dedicó a quién. Es una experiencia sumamente alentadora cambiar de universo de vez en cuando. Lo recomiendo totalmente.

Y gracias (si lo lees) al que me cambió de universo. Indirectamente has conseguido lo que muchos no lograron en años. Todo sin querer, todo en medio de risas y excelente música. Aún me pellizco y me río, porque esto es de no creer XD.


Jo

martes, 20 de julio de 2010

Mis impulsos sobre... tí

Nada puede parar este sentimiento. Ya no quiero que nada lo pare, ni siquiera esta sensación de estar mirando horas la misma fotografía. No te vayas, así no estés aún todavía en mi vida del todo. Ya ni los verbos me importan.

Hoy tuve muchas posibilidades. Quería todas, pero quería la tuya. Ya no quiero acercarme a otras, porque sé que se abrirán. Es sólo pedirlo y se dará. Yo quiero sólo una opción. La tuya.

Que si se cae el mundo si no elijo a este... ya muchos de esos he tenido y nada ha pasado, sólo un poco de dolor mientras pasa y vuelves tú, fuerte y total. Que si me quedo contigo me quedo sola... ya lo he vivido y no ha sido así. Esta vez voy por el todo.

Hoy me reuní con mi círculo de críticos, con los que piensan menos de mí. Yo quiero lo mejor, y mientras más ellos pensaban en mi "bienestar", yo más pensaba en tí, en tu vida, tu aroma, tu sonrisa desencajada que yo conozco. ¿qué saben ellos de lo nuestro, más que lo que cuentan los que no quieren que suceda? No me importa, sólo sueño con el día en que finalmente desordenemos esta madeja y todo vuelva a tener sentido.

Yo lo sé todo y este licor amargo que siempre nos ha unido está en mis venas haciéndome hablar, llenándome de paz. Sólo me importas, sólo me llenas, sólo te quedas. Gracias, te quedas, siempre, a pesar de mis negativas, te quedas en mí para no dejarme morir, para enseñarme que siempre estamos juntos, a pesar de mí y de tí, siempre...

Dejémoslo así por hoy. Mañana será otro día. Otro día para estar juntos en este infinito que nos une...

Esta soy yo, sin un centímetro de mesura, sin un poco de verguenza.

La que conoces de memoria...


JO

viernes, 16 de julio de 2010

Mismo Amor, Misma Lluvia

Jorge y Susana vieron la luz una noche,
se convirtieron en sombras del otro, en formas contínuas.
Las historias de èl fueron a parar a los sueños de ella.
Era el comienzo de una carrera a contraluz.

Susana era firme y soñadora,
Jorge, un desubicado genio,
demostraron que lo peor de un sueño
era verlo convertido en realidad, no en metáfora.

Siempre el mismo amor, intacto,
la misma lluvia mojando sus cuerpos juntos o separados.
Me siento un poco como Jorge
y tal vez tu seràs Susana.

¿Puede el agua correr dos veces?
¿Pueden reconocerse luego de tanto dos seres?
El uno por ciento optimista en mí me hace soñarlo.
Tus pruebas no ayudan a que no lo crea.

La lluvia ahora juega en mi ventana
y acompaña tus días.
Llueve fuerte, cielo que nos has visto pasar.
Alimenta mis sonrisas y mis sueños.

Tal vez lo que sucede es que no quiero dejar de soñar, como Jorge.
Tal vez lo que sucede es que Susana suma un noventa y nueve a mi porcentaje.



Jo

jueves, 15 de julio de 2010

Carta sin remitente

No, no es necesario.
Ni las citas a ciegas, ni suntuosos regalos, ni conversaciones de tres de la mañana.
Sólo necesito a mis ojos verdes, no cafés.

No, no es necesario.
Ni el perdón, ni el olvido, ni la cercanía, ni la lejanía.
Sólo necesito su voz en mis mañanas.

No, no es necesario.
La búsqueda, las preguntas, las lágrimas y complicar algo que ya no existe.
Sólo necesito el futuro y las oportunidades que se vienen por oleadas.

Cuando te encuentras tan lejos del abismo, flotando en las nubes,
realmente es poco lo que puedes meter en una maleta. Tampoco la quiero.

No, no es necesario que estés ahí.
Fue un intento ingénuo de serenidad que se vino a pique.
Una quimera que quisimos construir.
La llave a una puerta sellada.

Sólo necesito esta sensación perfecta de plenitud,
el viento frío en mi cabello,
y la sensación de historia que comienza.
Lo anterior sólo trae dolor y realidad.
Prefiero la certeza de que todo es parte de un sueño, para nunca despertar.

sábado, 10 de julio de 2010

Dos Mojitos

Sentados tu y yo, como en un juego de naipes.
Cada uno escondiendo sus quimeras.
Empezamos como si nada, recogiendo pedazos de la vida
sin pensarlo mucho.

Luego se fue trenzando la noche sobre nosotros
y el claro de luna se fue a pocas gotas
frío, luego calor, luego frío
y se abrieron las almas.

Hemos creado un lazo indestructible,
como esos que nacen cuando crece la verdad.
Eres mi compañero de batallas
y ahora uno de los seres del mundo de mi alma.

Todos los trozos de esta noche están coronados por un sí,
absoluto y tranquilo,
un sí de brazos abiertos, lleno de gratitud.
Gracias no es suficiente.

¿Viste? Todo encaja, luego del tiempo,
lo importante es ser felices
y que podamos sumar dos por muchos años
sonriendo como la primera vez.


Jo

martes, 6 de julio de 2010

Sueño de Lluvia

Cada gota eres tú
La paz eres, el fin de todo.
Respiras el mismo aire frío de la noche por la que camino,
sin embargo, no te puedo dibujar.

Cada nota eres tú,
mi miedo mayor, el temblor en mis manos,
cerrar los ojos y verte en mí,
tu risa perversa y el corazón galopando.

La sumatoria de mis pasiones,
mi otro ser,
la melodía perfecta escuchada de lejos,
la esperanza.

Esperanza de descubrir por qué eres mío,
cuando no lo he pedido, cuando quiero verte así,
danzando en pies ajenos, para caminar tus senderos.
¿Recuerdas acaso mis pupilas dilatadas
o los ojos rojos que no quise ver?

Hemos optado por una paz sin tregua,
en donde todo se dice en silencio.
Un equilibrio sin necesidad,
una calma sin pausa.
Pero mis manos tienen para tì un sin fin de maravillas,
a pesar de los caminos truncados del infinito.
No te expongas a pedacitos de mì esparcidos por tu camisa.
Ellos te abrigaràn en la noche y perderàs el frìo.

Mi Luna, mi invierno, mi eterna noche,
cada gota en mi ventana es un trozo de alegrìa,
un suspiro que se queda corto
entre tus milagros.

¿Cómo no esperarte, si eres mi mitad?
Iré por las calles soñando caminos nuevos mientras te espero.
Crearé nuevas formas de ver el mapa de tus lunares,
cambiaré las guardas de mi corazón
y te haré una fiesta de violines.

Quédate en mi camino, amado cuervo,
seré la lluvia que te contiene,
la paz a pesar de mi tormenta,
los ojos que se encuentran con los tuyos mientras llueve.

Nunca ha faltado el fuego,
me quema con cada palabra desde siempre,
contemplo aùn los recuerdos borrados y los recobro,
ahora son mi colecciòn de perfecciones personales,
nunca màs se iràn de mí.

Y tú tampoco.



Jo

sábado, 3 de julio de 2010

Eclipse de Sol

El olor a madera crujiente queda en mi memoria,
mientras sueño imposibles muy posibles.
¿será esta la puerta que hace tiempo toqué?
¿aprenderé la lección?

Un ángel ha venido en mi rescate,
con dos propuestas:
la primera es romper mis esquemas,
la segunda, crecer hasta volar.

Quiero estar lista para lo que se aproxima
y tendré mi paraguas listo para las futuras tormentas.
De nada sirve que me digas que me envidias
sin decirlo, entre tus frases llenas de rencor.

Las he leído sin querer, una tarde,
luego de caminar y reir, de sentir y ser.
Han generado en mí un sabor como de hielo,
pues vienen desde caminos que ya desconozco.

No ruegues más, no te acerques a mi mundo,
deja que el ángel me cure y llene de gozo mi existencia,
queda sólo un dolor añejo
y cenizas de un fuego hermoso que matamos.

Despedirse no tiene caso
cuando ya se ha ido todo
ahora quedan las sonrisas, la paz, la ternura indomable,
las palabras sinceras, el corazón latiendo,
la adrenalina del futuro.

Mientras duermes tus pesadillas
recuerda lo que te sirva
que las cenizas pueden volar
o ser usadas como abono de nuevas tierras.

Sueño para tí un futuro sin mí,
lleno de dicha y sol,
pero no lo sueño mucho, debes hacerlo tu.
Yo voy tras el ángel y el olor a madera
en el confín de tu mundo,
en el lugar en el que sí soy yo.


Jo

jueves, 1 de julio de 2010

Un poco para Federico

Cerré los ojos en la madrugada gris
capturando pedacitos de mañana,
vienen los recuerdos de la muerte a mi ventana,
nueva y pura,
sin anunciarse.

La tierra ruge mientras todos duermen,
calmando su ira, dándome latigazos.
Abrí las puertas un lunes
creyendo que aún era viernes.

Hay un líquido familiar en mi camisa
caminando solo en medio de la mañana.
Despierto recordando que no quería más de mí,
mientras compraba una nueva indulgencia.

Caminarás en medio de la madrugada fría
sabiendo que mis ojos se cierran,
pensando en el humo, la madera que forjas,
las notas que no salen.
No recordarás las puertas ya cerradas.

Vuelvo al mundo de mil novecientos treinta y cinco
cada vez que cierro los ojos;
visitaré la tumba de mis deseos una vez más
mientras recuerdo tu eucalipto.

Eres uno más con mi sombra,
que desaparece cuando viajo ligera de equipaje
resguarda las puertas mientras caminas
yo cerraré los ojos para volver al mundo añejo
de las memorias alegres.

No esperes por mí, cuervo,
eres mi sombra
y yo huelo a eucalipto.
Recuérdame mientras mi corazón palpite
que yo viajaré entre tus memorias
y las haré mías... a pesar nuestro.


Jo

miércoles, 30 de junio de 2010

Entre los grandes



Soy una sentimental. No puedo evitarlo.

Ha ocurrido un acontecimiento en mi vida que me ha dado tanta alegría que no he podido ni dormir de la felicidad. Se ha cumplido un sueño que vengo cocinando en mi mente desde un hermoso día de enero de 1998.

Ese día estaba petrificada del miedo y tal vez con la misma ansiedad que ahora me embarga. Alistaba la misma maleta del colegio; quería tener en el hombro algo familiar, porque todo iba a ser nuevo: cuadernos, fotocopias, conocidos, instalaciones y hasta parte de la ciudad. Absolutamente todo iba a cambiar a partir de ese día. Y entonces, me bajé del carro de mi mamá y me fui caminando sola y con aprehensión, tenía revuelto el estómago, las manos me sudaban, pero se supone que no debía notarse.

La primera visión que tengo de ese lugar aquel día es el vaho saliendo de mi boca y una imponente estructura llena de escaleras y de flores. No sabía que 12 años más tarde ver eso me haría dar ganas de llorar de alegría. Subí las escaleras, me encontré con un aviso que decía dónde debía estar, fui allí, me dieron una carpeta amarilla chillón y me fui a un baño a esconderme. Sí, lo admito.

Salí del baño porque era el colmo que estuviera allí y me encontré con otro muchacho con una carpeta igualita, que me preguntó mi nombre y me lo cambió para siempre: "Dejémoslo en Johanna", me dice. Ahora, que es un político, me explico por qué decidió presentarme a un montón de niños tan perdidos como nosotros. Ahí empecé a sentirme cómoda.

Y luego pasó la primera semana de clases y ya tenía un amigo, que ahora lo sigue siendo y sigue arrastrando sus pies, pero con cara de profesor; y conocí muy por encima a personas que luego de una década dejarían marcas en mi corazón, bonitas y feas. De todos los que conocí esa semana he aprendido algo. Lo aseguro.

Por seis largos y hermosos años ese lugar fue mi casa. Cada rincón lo conocí y lo ví cambiar. Al principio había una biblioteca de nada donde uno podía sacarle fotocopias a su nariz si quería, ahora hay una llena de sillones mullidos y con pinta de biblioteca europea. Gigante y subterranea. Antes sólo existían 20 computadores por los que se peleaban los estudiantes, que tenían que reservar con una o dos horas de anticipación para revisar hotmail o latinmail, ahora hay Wi-Fi, Bloomberg y laboratorios con todo tipo de juguetes informáticos para que los alumnos usen sus portátiles. Es magnífico.

En esos seis años no hice amigos, hice hermanos. Conocí vidas impresionantes, reí, lloré, jugué, canté, hice teatro y hablé latín con el profesor Orbes. Era mi lugar seguro, mi hogar cuando no tenía. Sé que lo que voy a decir es ñoñísimo, pero entendí Harry Potter porque sentí que de alguna manera me pasaba lo mismo con este lugar maravilloso, aunque no tan mágico. Cada muro de ese lugar y cada flor representan un pedazo de lo que soy ahora. Hasta el olor a madera de las banquitas del E.

Siempre veía a los profesores con cariño, porque sé que no les pagan muy bien, pero lo entregan todo, con gusto y dedicación. Tuve muchos en esa etapa, pero algunos me marcaron enormemente: Vela con el recorrido que nos hizo por 5.000 años de historia política, Montaño que me hacía sentir una pulga con sus preguntas, Blanco y calva, Olimpo con sus maravillosas charlas de historia, Vidal que me amó a pesar de que odié su materia, Cecilia que fue mi primer mentor y su café con canela y las charlas jugando con sus gatos; también estuvo Echandía con la microeconomía del matrimonio y Jorge Cardona, con su mirada voraz y sus exámenes venenosos, que me enseñó cantidades y murió pronto. Marie Eve que me picó la curiosidad sobre Alsacia-Lorena, Carvajal que me hizo llorar por primera vez luego de una exposición, pero luego me hizo invencible. Todos y cada uno de ellos merecen todo mi respeto.

Terminado todo, quise volver. Desde la primera clase quise ser profesora, saber muchas cosas y dar algo a las nuevas mentes. Quería caminar por la U y que me persiguieran mis alumnos con preguntas y charlas, invitarlos a un café en grupo para ahondar en las cuestiones vanales del mundo. Era mi sueño.

Han pasado 12 años y medio desde ese momento y ha sucedido algo increible y maravilloso. Fui a la primera de muchas reuniones y allí estaban "Los Grandes", cada uno con millones de historias en su rostro, profesores de grandes ligas y con enormes cerebros, gente amable y sencilla, algunos muy jóvenes aún para parecer eminencias. Todos estaban ahí y yo estaba invitada.

No iba como estudiante, a escucharlos. No, ahora todos me daban la bienvenida, porque soy uno de ellos, claramente no tan brillante y con absoluta cero experiencia, pero estoy sentada entre los grandes y he vuelto, para sentir el vaho salir de mi boca, caminando hacia mi primera clase, rodeada de flores y lista para ser profesora.

Me tiemblan las manos, se me revuelve el estómago, pero he vuelto a mi hogar, a mi lugar seguro, al sitio donde todo comenzó y donde yo me reconstruyo una y otra vez.


Gracias, Juan Pablo, infinitas gracias por ser mi ángel, por regalarme este sueño.


Jo

jueves, 24 de junio de 2010

Las partes del Espejo

Las visiones brillantes y difusas vienen a mí, como musas en la mitad de la noche.
Son esos pequeños picos de iluminación encontrados en un camino, de repente.
Las voces son muchas, pero la tuya la escucho más fuerte
por la costumbre.

Los trozos de este helado espejo son reflejos de mi ser,
caminos que van a la inocencia de las risas,
de la puerta abierta,
de esa nube que te contiene.

Hoy tengo frío,
una caricia perfecta en medio de la noche,
tiemblo pensando en los reflejos de esas voces
y las risas sencillas de los momentos cálidos.

Ahora las pálidas luces son testigos del frío
mientras vivo este paréntesis de alegría pura.
¿Cuál es el significado de una musa sin su producto?
¿Es la inspiración sólo una trampa para no dormir?

Doy dos pasos y vuelvo a sentarme,
es la sumatoria de todos los trocitos del espejo:
el frío, la luna, las voces, las risas, la musa.
El camino que se crea,
la inocencia que llega.

Puedo sonreir con todos los músculos de mi rostro
y las gafas en mi nariz se mueven bailando,
bailan viendo los paseos de mis dedos
que acarician tu voz inspiradora
antes de dormir.


J.G., no más.

domingo, 20 de junio de 2010

ODA A SANTOS


Hubo una vez un buen presidente, calmado, tranquilo, de estirpe revolucionaria y brillante. Él se apellidaba Santos. Era un tipo increible, lo adoraban en todos los escenarios internacionales y siempre buscó la paz, incansablemente. Primero entre sus copartidarios y luego, con los vecinos de su país, los venezolanos. Firmó sendos tratados, se mantuvo neutral en la guerra más cruel vivida en el planeta; no le importó y nadie se lo discutió. Era un hombre firme, con una esposa que amaba a los niños, un hombre progresista y moderado. Un buen hombre.


Este hombre fue un gran presidente. Logró formentar la vivienda, el trato justo al empleado en una época en la que eso era improbable y el fomento a todo tipo de industria. También trajo inversión extranjera. Todo lo hizo por el país, siempre tranquilo y pausado, con una dicción excelente, una persona ecuánime y elocuente. Un buen presidente.
Siempre cordial, entró a la política por ser un gran periodista, y ser el encargado y luego dueño del periódico más emblemático del partido revolucionario de la época, que está por cumplir 100 años, para caer en manos de sus sobrinos-nietos y cambiar para siempre.
Porque no, el Santos que sale hoy en ese diario no es su nieto, es el nieto de su hermano. No podría haber posibilidad genética de que este hombre recto, inteligente y conciliador tenga un parentezco tan directo con el actual. No es posible simplemente que el azadón de palo se hubiera hecho en las narices del herrero.
Hago una oda a ese Santos, al inteligente y cauto, al que evitó meternos en una guerra loca como la Segunda Guerra Mundial, y que creó el primer pacto de límites y no agresión con Venezuela, el que trató de conciliar para siempre la violencia partidista y ayudó a crear el Frente nacional, porque le debo una disculpa.
Perdón, Sr. Santos, por lo que acabamos de hacer 44 millones de descendientes de lo que usted trató de crear. Lo siento muchísimo y espero que no perturbe su paz lo que está a punto de suceder.
Saludos
Una colombiana con memoria.




martes, 15 de junio de 2010

LA LUZ EN TU CASA

Es bien sabido que eres parte de mi vida.
Tengo en mis manos esta historia que me ha inspirado tanto
no puedo parar de pensar en esto.

Y es la una de la mañana, y te quedas en mi sonrisa,
como todas las noches antes de acostarme.

Desde mi ventana veo la luz de tu casa
que tan de lleno llegó a mis ojos hace unas horas
cuando nos veíamos de frente en esta noche lluviosa.

Qué bueno que te quedas siempre, luego de la tormenta,
para llenar mi vida de mariposas,
sin recriminaciones, ni dramas, sólo tú.

Para el niño de las nubes siempre fuí cárcel,
no lo culpo, para mí también lo fue.
Ahora quiero volar hacia tu montaña
como siempre sucedía antes de las ocho.

Eres la culminación de un largo trayecto
lleno de gafas y palabras medio dichas
Gracias porque siempre has sido la verdad,
el agua que moja, un hombre y no un niño.
Me cansé de criar.

Ya quiero que sea mañana,
cuando podré acercarme sin miedos
y reirme como nunca
para quererte como siempre.

Hagamos una hoguera de nuestras vidas
como en el amanecer de esta historia.
Me has dicho que no puedes esperar...
Yo ya he esperado demasiado.

Duerme, dulce demonio,
mientras observo la luz de tu casa,
queriendo estar ahí
en medio de la noche lluviosa.


Jo - AKA Granger